El precio de los carburantes baja a pesar de la alerta: no habrá petróleo para tanta demanda

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Se prevé un repunte histórico de las compras por la reactivación china

19 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El precio de los carburantes permanece impasible a pesar del ruxe ruxe que suena de fondo en el mercado. El litro de gasolina y diésel se vende en las gasolineras gallegas a una media de 1,595 y 1,426 euros respectivamente, niveles que no se veían desde antes de la guerra en Ucrania. Las estaciones de servicio todavía viven ajenas a las señales de alarma que ha lanzado esta semana la Agencia Internacional de la Energía (IEA): no habrá petróleo para tanta demanda este 2023.

En su último informe, de mayo, la organización prevé un repunte histórico de las compras a causa de la reactivación económica de China. El país asiático «sigue superando las expectativas», marcando en marzo su propio récord de demanda: 16 millones de barriles diarios. Es casi el 16 % del total global. La India y Oriente Medio también están reclamando crudo a niveles nunca vistos «compensando con creces la actividad industrial mediocre y el uso de petróleo en la OCDE. 

La IEA calcula que el 2023 cerrará con una demanda mundial de 102 millones de barriles diarios, 200.000 más de lo anticipado en abril. Un problema a futuro porque «se esperan pérdidas más pronunciadas [de la producción] para mayo». Los incendios forestales en Canadá, los parones «significativos» en el bombeo en Irak, Nigeria y Brasil y la reducción prevista a partir de junio en la mayoría de los países de la OPEP, pronostican un final de año complicado y una creciente «volatilidad en los precios» en la segunda parte del 2023.

Hay dos factores que han ayudado a mantener a raya hasta ahora la factura de los carburantes: el enfriamiento económico en las economías desarrolladas (OCDE) y el aumento de las ventas de crudo ruso que el Kremlin está cerrando para compensar las pérdidas que le han ocasionado las sanciones tras la invasión de Ucrania. En los últimos meses, reconoce la IEA, «resurgió el pesimismo en torno al crecimiento económico mundial, exacerbado por la restricción del crédito bancario». Además, las exportaciones rusas aumentaron el pasado mes hasta máximos que no se recuerdan desde el inicio de la guerra.

Los problemas, apuntan sus expertos, aparecerán más adelante, a medida que la OPEP cierre el grifo. A partir de mayo habrá 1,1 millones de barriles de crudo menos circulando cada día en el mercado. Desde junio, esa cifra se elevará a los 1,6 millones. De forma conjunta, el recorte dejará al mundo sin un 1,6 % del suministro en la segunda mitad del año.

Consecuencias

Al efímero repunte que experimentó la cotización del barril de brent tras el anuncio de la OPEP le ha seguido un progresivo enfriamiento, desde la barrera de los 80 dólares en abril a los 75 dólares actuales.

Pero «los inventarios mundiales de petróleo pueden volver a estar bajo presión», advierte la IEA. Y eso, como ocurrió el año pasado, puede acabar pasando factura a los conductores que, en España, repostan ya sin bonificación alguna, después de su supresión a inicios de año.

Los festivos, no el crudo, fijan tarifa en Galicia

Lejos de los despachos y los pozos petrolíferos y ya sin el salvavidas de la bonificación pública de 20 céntimos el litro, los carburantes en Galicia siguen bajando. La incertidumbre sobre el futuro todavía no ha hecho mella en la comunidad.

Las estaciones de servicio siguen fijando los precios más pendientes del calendario vacacional que de las reuniones de la OPEP. De hecho, desde mediados de abril —con la Semana Santa ya terminada— los carburantes iniciaron una senda de bajada hasta acumular a mediados de mayo una caída mensual del 14,2 y del 7,3 % para la gasolina y el diésel, respectivamente.

Los precios contrastan con los vaticinios de algunos expertos, quienes auguraban subidas dramáticas del precio del diésel a partir de febrero, cuando se prohibió importar hidrocarburo ruso —cuatro de cada diez entregas venían de ese país—. ¿Por qué no se produjo ese alza dramática? Porque los países se anticiparon y las compañías adelantaron compras a esa fecha para llenar las alforjas antes de terminar el 2022. Los problemas llegarán cuando agoten el stock y toque buscar nuevos proveedores para reponer las reservas.