Los hogares se aferran a los créditos al consumo para afrontar las vacaciones
ECONOMÍA
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La banca sigue facilitando estos préstamos, que tienen tipos de interés más altos, pero cierra el grifo de las hipotecas
01 ago 2023 . Actualizado a las 17:09 h.No queda otra. El efecto carcoma que el reciente período inflacionista ha provocado en los ahorros de los hogares españoles (y del resto de Europa) ha obligado a las familias a recurrir de una forma cada vez más generalizada al crédito al consumo para afrontar sus gastos.
Las estadísticas del Banco de España reflejan cómo desde principios de año este tipo de financiación —que por lo general se concede a un mayor tipo de interés— ha ido ganando terreno en plena contracción del crédito, acelerándose de forma notable en los últimos meses, en plenos preparativos para las vacaciones.
En concreto, el crédito al consumo se incrementó un 3,7 % en junio respecto al mismo mes del año anterior, dos décimas más que el aumento interanual registrado en mayo. En total, las entidades concedieron 97.061 millones de euros en este tipo de préstamos a los hogares, lo que implica 2.150 millones más que en febrero, cuando esta modalidad de financiación empezó a repuntar con fuerza.
La buena evolución del consumo ha provocado que el crédito total a las familias (incluidas las hipotecas y otros préstamos) subiese en junio en casi 10.000 millones de euros respecto a mayo, hasta los 699.234 millones. Eso sí, la cifra sigue siendo un 1,4 % inferior a la de junio del 2022, reflejando las mayores dificultades de acceso y una menor demanda ante unos créditos cada vez más caros.
Una situación que se refleja especialmente en la financiación hipotecaria, un segmento donde el crédito sigue contrayéndose con fuerza. En concreto, en junio se situó en 503.364 millones de euros, acumulando once meses de caída y muy lejos de los 519.129 de julio del pasado año, cuando el BCE inició las subidas de los tipos de interés.
Restricción a las empresas
Esta contracción del crédito se está dejando notar en verano de forma más virulenta en el segmento empresarial, que hasta hace poco había aguantado mejor la subida de costes. En concreto, la financiación a las empresas se hundió un 2,5 % en junio, hasta los 923.447 millones. Y la bancaria es la más afectada, con un saldo vivo de 469.113 millones, muy lejos de los 490.000 que se rozaban hace apenas un año.
El estrangulamiento se produce sobre todo en el segmento de pymes, que estarían retrasando sus decisiones de inversión ante el encarecimiento del crédito necesario para acometerlas.