La CNMV desvela evidencias de que EiDF pudo falsear contratos y facturas

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Rodrigo Buenaventura
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Rodrigo Buenaventura Pedro Puente Hoyos | EFE

La empresa gallega amenaza al regulador por mantener tanto tiempo la suspensión de cotización y a Deloitte, por sus conclusiones sobre ella

24 ago 2023 . Actualizado a las 20:07 h.

La empresa gallega EiDF, especializada en el diseño y montaje de instalaciones de autoconsumo eléctrico fotovoltaico para industrias, volverá a cotizar en el mercado BME Growth, el reservado para las pymes, a partir del próximo lunes. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido levantar la suspensión cautelar acordada el 14 de abril a la vista de que la compañía retenía información privilegiada: las cuentas auditadas del 2022. Estas fueron presentadas finalmente el pasado día 17, pero la CNMV demoró su decisión de levantar la suspensión a la espera de que el grupo divulgase más información a los inversores, pues la ofrecida «incluye omisiones muy relevantes», en opinión del organismo regulador.

La empresa no obedeció el requerimiento del supervisor, pero este decidió que aun así podía volver a cotizar. ¿Por qué? «Nuestra prioridad es que los inversores tengan toda la información, que es lo que se ha logrado», explicaron desde la CNMV. Y es que, como EiDF no respondía, el organismo ha difundido el requerimiento enviado el pasado lunes a la compañía y que contiene buena parte de la información que le pedía a EiDF.

La CNMV quería que el grupo hiciese público el resumen ejecutivo del informe forense elaborado por Deloitte sobre las anomalías detectadas previamente por la auditora PwC y que provocaron precisamente el retraso en la validación de las cuentas.

«Nuestra prioridad es que los inversores tengan toda la información, que es lo que se ha logrado»

En realidad, cuando hizo públicas las cuentas, el pasado día 17, EiDF divulgó también «una serie de aspectos del informe seleccionados y resumidos» por la empresa, pero la CNMV consideró que esa información estaba incompleta y que podía «inducir a confusión» y pedía una comunicación sobre el informe «sin matizaciones, comentarios o añadidos de la compañía», que finalmente no se ha producido.

El requerimiento de la CNMV resume que «el informe forensic incluye un relato de hechos y evidencias de gran trascendencia para los accionistas de EiDF. De entre todas, destacan las evidencias de posible falseamiento de documentos por parte de la compañía, dada su especial relevancia». El supervisor incluye extractos del informe forense: «En algunas de las actividades y operaciones con terceros analizadas se han identificado situaciones en las que se habrían creado, modificado o falseado documentos». Esa sombra de duda es recurrente en varios de los extractos del informe.

Concretamente, en el análisis realizado por Deloitte sobre tres de los cuatro socios de negocio de EiDF aparecen «evidencias de posible falsificación de contratos y documentos». Dentro del análisis de los deudores de la empresa, todos, recoge la CNMV, presentan una vinculación directa o indirecta con el consejero delegado de la empresa gallega, Fernando Romero. Según el informe forense, «se identifican numerosas incidencias relativas, entre otras cuestiones, a facturas y pagos por servicios que podrían no haberse prestado o no estar justificados, así como a la falsificación de documentos». Concretamente, revela «evidencias que pondrían de manifiesto que la explicación aportada por EiDF a sus auditores para justificar la naturaleza de los créditos con determinadas sociedades no era real y que falseaban documentos (contratos o facturas) que justificaban la naturaleza de dichos saldos, para así poder cumplir con la solicitud de su auditor».

El informe apunta también que algún deudor «habría emitido facturas falsas que no se corresponderían con servicios efectivamente prestados, por lo que podrían tratarse de facturas falsas».

El requerimiento de información enviado por la CNMV a EiDF también revela que el informe de Deloitte detectó documentación no veraz o inconsistente en nueve de los 51 expedientes de obras de proyectos fotovoltaicos analizados. Así, identificó «documentación que no reflejaría fielmente la realidad, bien sea porque la sociedad habría podido falsificar o modificar dicha documentación, o por otras causas (en algunos casos, según la información recibida por EiDF), por errores humanos.

La batalla está servida

La guerra entre la CNMV y la empresa gallega está servida tras la respuesta oficial de la empresa a la comunicación del regulador. En una información remitida este jueves al mercado, el grupo dirigido por Fernando Romero da cuenta de la réplica, fechada el miércoles pasado. Confirma que no va a publicar la información que le pide la CNMV, pues considera que ya lo ha hecho y avisa al regulador de que no cuenta con su autorización para hacer público el resumen ejecutivo del informe forense. Además, el día anterior a que se levantase la suspensión de cotización, amenazó a la comisión por mantener esa medida durante más de cuatro meses, ya «sin cobertura jurídica», tras haber publicado las cuentas auditadas, «comprometiendo gravemente la continuidad de la empresa y el empleo de sus más de 400 trabajadores».

También amenaza a los autores del informe forense por las conclusiones jurídicas a las que llega en él.

Desajustes en el grado de avance real de algunas obras

Deloitte analizó los expedientes de 51 obras de 35 clientes. En 24 de ellas detectó discrepancias entre los costes registrados en contabilidad y el grado de avance real. El extracto del informe forense recogido por la CNMV en su requerimiento recoge al respecto que encontró situaciones «en las cuales, el importe facturado de la obra no se corresponde con el coste incurrido a la fecha de la facturación, provocando así un desajuste entre el grado de avance real de la obra y los mayores ingresos reconocidos por esta».

Deloitte también encontró anomalías en 16 obras sobre las reservas de materiales. Así, describe tres situaciones: «Materiales reservados que continúan depositados en el almacén, por lo que se estaría anticipando el grado de avance de la obra mediante la imputación de costes no incurridos; materiales reservados que dejan de aparecer como reserva en el 2023 sin que tampoco hayan llegado a depositarse en la obra; y materiales reservados con un coste distinto al de adquisición».

En otras seis obras detectó la entrega de materiales para un proyecto antes de obtener la autorización administrativa de construcción, pero daba por iniciada la fase de ejecución y así lo hacía constar a nivel contable.