Los bancos centrales insisten en subir tipos pese al riesgo para la economía

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

ANN SAPHIR | REUTERS

El presidente de la Reserva Federal solo abrió la puerta a pausar las alzas

26 ago 2023 . Actualizado a las 09:50 h.

Nada nuevo bajo el sol de Wyoming. Ese puede ser el resumen de la cita anual que los responsables de los bancos centrales globales han celebrado, como es habitual, en la localidad norteamericana de Jackson Hole. Tras la política monetaria expansiva a la que obligó la pandemia, han vuelto a una ortodoxia de la que no piensan moverse. Es decir, que han abrazado de nuevo su mandato de controlar la inflación —que debe estar en el entorno del 2 %— y para ello seguirán subiendo los tipos de interés.

Ese fue el mensaje del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, que este viernes abrió la cita asegurando que mantendrán alto el precio del dinero hasta que consigan doblegar la inflación. No obvió completamente el riesgo que continuar subiendo los tipos puede suponer de asfixia para las economías, que ya están viendo cómo sus crecimientos se han resentido considerablemente.

Por ello, aunque insistió en que están «preparados para aumentar más las tasas si corresponde [...], hasta que estemos seguros de que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia nuestro objetivo», sí abrió la puerta a modular y pausar dichas subidas. «En las próximas reuniones evaluaremos nuestro progreso en función de la totalidad de los datos económicos y la evolución de las perspectivas y los riesgos. Basándonos en esta evaluación, procederemos con cautela a la hora de decidir si ajustamos aun más la política monetaria o, en cambio, mantenemos la tasa», señaló.

El presidente del regulador estadounidense no se movió de la línea de su última rueda de prensa, en julio, cuando la Fed elevó otro 0,25 % los tipos, hasta una horquilla de entre el 5,25 y el 5,5 %.

Powell valoró como «muy buena noticia» la disminución de la inflación en EE.UU.: desde el récord del 9,1 % en junio del 2022, corrigió doce meses consecutivos hasta este julio, cuando repuntó dos décimas, hasta el 3,2 %. Sin embargo, lo consideró insuficiente y «engañoso», ya que los precios de alimentos y energía son muy volátiles y sensibles a factores externos como la guerra de Ucrania. Por ello se centró en la inflación subyacente —que excluye alimentos y energía—, que aunque también bajó en junio y julio (al 4,3 %, desde el pico del 5,4 % en febrero), lo consideró «solo el comienzo de lo que se necesitará para generar confianza en que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia nuestra meta» del 2 %.

Es decir que será clave ver «dónde se estabiliza» la subyacente en los próximos trimestres para que la Fed decida si sigue o frena las subidas de tipos.

Alemania presiona al alza

El sintonía con el discurso de Powell, el presidente del Bundesbank (el banco central alemán) y miembro del consejo de gobierno del BCE, Joachim Nagel, apuntó ayer que es demasiado pronto para pensar en pausar la subida de tipos, a pesar de que Alemania es una de las economías europeas que más muestras de debilidad ofrece en los últimos meses.

A falta de conocer el discurso de la presidenta del Banco Central Europea, Christine Lagarde, en el foro de Jackson Hole, Nagel lanzó así un mensaje claro ante la reunión clave del Banco Central Europeo prevista para septiembre, que podría marcar un punto de inflexión si el organismo decide frenar el endurecimiento de la política monetaria ante el empeoramiento de los datos macro conocidos en las últimas semanas.