EiDF recibirá apoyo financiero de una empresa de Dubái por un máximo de 20 millones

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

miguel souto

La compañía gallega, con una deuda de 157 millones, reconoce que el contrato asegura su estabilidad económica

20 sep 2023 . Actualizado a las 22:06 h.

Global Corporate Finance Opportunities, esto es, Oportunidades globales de financiación corporativa. Es el nombre de una empresa, con sede central en Dubái, especializada en ayudar a empresas en procesos de compra-venta o búsqueda de inversores, tanto a nivel nacional como internacional, como se describe ella misma en su página web. Y es la que inyectará financiación a la compañía gallega EiDF Solar, que este miércoles comunicó al mercado (al BME Growth, en el que cotiza) la firma de un acuerdo en ese sentido. Según el contrato, el grupo fundado y dirigido por Fernando Romero podrá solicitar financiación de forma regular a Global Corporate Finance, hasta un importe máximo de veinte millones de euros. El inversor dubaití prestará dinero a la empresa gallega mediante la suscripción de obligaciones convertibles, que tendrán un vencimiento de doce meses y no devengarán interés alguno, detalló EiDF.

La financiera podrá canjear en cualquier momento las obligaciones en acciones ordinarias de la sociedad gallega a un precio de conversión igual al menor del 95 % de la media aritmética de la cotización media ponderada diaria de las acciones de EiDF en BME Growth de los cinco días hábiles bursátiles inmediatamente anteriores a la fecha de conversión y el 95 % del último precio de cierre del día hábil anterior al canje.

El grupo gallego explicó que el contrato de financiación con el inversor de Dubái «asegura su estabilidad económica para satisfacer las necesidades financieras actuales, optimizando su estructura financiera y equilibrando la deuda y el capital propio, para garantizar la viabilidad a largo plazo y el crecimiento sostenible, y lograr así las metas empresariales de la compañía».

A principios de septiembre, la compañía gallega, especializada en el montaje de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en industrias, reconocía una deuda de 157 millones de euros, de los cuales, 90 millones eran a corto plazo. Hasta hace unos meses, no tendría demasiados problemas para hacer frente a la devolución de la deuda que va venciendo, pero la estabilidad contable de EiDF no es la que era desde el pasado 14 de abril. Ese día, la CNMV decidió suspender la cotización de la compañía por retener información privilegiada, que no era otra cosa más que sus cuentas anuales del 2022 auditadas en tiempo y forma. A partir de ahí empezó un calvario para EiDF, que no cejó en su intento de intentar salvaguardar su credibilidad ante los inversores. Pero las cuentas no llegaron a tiempo porque el auditor, PWC, no quiso avalarlas, al apreciar incidencias significativas en distintas áreas de negocio. Para resolver el entuerto, EiDF contrató a Deloitte para que elaborase un informe forense sobre los entresijos de la compañía. Y el resultado no fue positivo, pues la consultora halló indicios de falsedad documental. Con todos estos ingredientes sobre la mesa, la CNMV levantó la suspensión de cotización. Y el valor de EiDF se hundió: acumula unas pérdidas anuales del 82 %. Aunque la noticia del acuerdo de financiación con Gobal Corporate Finance hizo subir la acción casi un 12 %, hasta los 5,4 euros.

EiDF celebra este jueves junta general de accionistas para aprobar, entre otros asuntos, el traslado de la sede social de Barro (Pontevedra) a Madrid. En la agenda futura del grupo está la elección de otro consejero delegado, en sustitución de Fernando Romero.