Notifica 143.000 millones de euros en ventas hasta septiembre el mismo día en que comienza a negociar el convenio para 6.000 trabajadores en Vigo
31 oct 2023 . Actualizado a las 13:55 h.El principio de acuerdo alcanzado durante este pasado fin de semana entre los gigantes del motor y los sindicatos UAW y Unifor ha puesto fin a seis semanas de huelga secundada por más de 14.000 de sus trabajadores de Michigan y Ohio. El conflicto se cierra con importantes pérdidas para los fabricantes, entre los que se encuentra Stellantis (grupo surgido de la fusión entre PSA, Opel y FCA) que esta mañana ha dado cuenta de unos ingresos netos perdidos a causa de esta huelga por valor de 3.000 millones de euros.
Es un pequeño roto en los resultados del tercer trimestre para el grupo capitaneado por Carlos Tavares, que en este período ha logrado una facturación de 45.100 millones de euros, lo que supone un 7 % más en comparación con el tercer trimestre del 2022. Durante los nueve primeros meses de este año, registró una cifra de negocio de 143.500 millones de euros, lo que supone un aumento del 10 % respecto al mismo período del año anterior,
Natalie Knight, directora financiera de Stellantis, ha explicado en un comunicado que los ingresos del constructor se han visto impulsados por la mejora de los volúmenes de ventas, que se traducen en un aumento de las entregas de un 10 %, hasta los 4,8 millones de unidades. En los nueve primeros meses del año esas ventas se han situado en 127.000 vehículos y los ingresos han caído hasta los 2.691 millones, un 38 % menos que un año antes.
Stellantis destaca el crecimiento de ventas de sus vehículos eléctricos. Impulsadas por marcas como Jeep, Citroën, Peugeot y Fiat, crecieron durante el tercer trimestre un 37 % respecto al mismo período de un año antes. Entre los superventas eléctricos destaca el Citroën e-Berlingo que se fabrica en la planta de Vigo.
A la misma hora en que Stellantis anunciaba estos resultados, comenzaba en Vigo la negociación del nuevo convenio colectivo de la planta gallega. Los sindicatos arrancan con la intención de que el acuerdo contemple la mejora de las condiciones económicas y sociales de una plantilla de más de 6.000 trabajadores.