Nueva Pescanova diseña un nuevo plan estratégico tras perder 73 millones

Las cuentas de Abanca correspondientes al 2023 desvelan que Nueva Pescanova —participada en un 97 % por el banco—, acumulaba unas pérdidas de 73 millones de euros al cierre de diciembre (con el ejercicio fiscal de la pesquera aún sin terminar, ya que acaba este mes). Reflejan, además, unas provisiones de 40 millones de euros que, según fuentes de la entidad, responden a «la política de prudencia que Abanca aplica cuando alguna de sus participadas incurre en pérdidas prolongadas y amplias» como es el caso de la multinacional pesquera, que lleva ya dos ejercicios en números rojos.

Ese colchón, aducen las mismas fuentes, allanará el camino a la entrada del socio industrial que la compañía lleva ya años buscando sin que, por el momento, haya cristalizado ninguna negociación, tras la ruptura del preacuerdo con la pesquera estadounidense Cooke, a mediados del año pasado.

Desde la entidad gallega achacan las pérdidas a los factores que están lastrando el negocio del sector agroalimentario: incremento de los precios de la energía y del transporte y elevada volatilidad en las cotizaciones de las materias primas. A lo que habría que añadir la fuerte caída de la demanda procedente de países con un fuerte peso en el negocio, como China. En el caso de Nueva Pescanova se suma la acusada caída de la producción de Langostino Vanamei (producto estrella del negocio), consecuencia del impacto del fenómeno de El Niño en Centroamérica y Ecuador, y el desplome de los precios del producto.

Abanca confía en que el equipo gestor de la multinacional, con el consejero delegado, Jorge Escudero, a la cabeza, reconduzcan la situación, apoyado en el nuevo plan estratégico que están diseñando. Cuentan con el respaldo del banco, donde aseguran que seguirán apoyando al grupo como vienen haciendo desde el 2015 y garantizan que la multinacional seguirá realizando las inversiones necesarias para llevar a cabo ese plan estratégico.

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