Endesa recibe la autorización para construir dos parques en el nudo de As Pontes con una inversión de 230 millones

Beatriz García Couce
Beatriz Couce REDACCIÓN

ECONOMÍA

Parque eólico de Enel en A Capelada, en foto de archivo
Parque eólico de Enel en A Capelada, en foto de archivo JOSE PARDO

La fecha de arranque de las obras dependerá de la resolución del Tribunal Europeo de Justicia sobre las consultas sobre el sector del TSXG

11 jul 2024 . Actualizado a las 19:30 h.

Endesa recibió ayer un importante espaldarazo a su plan para reemplazar los megavatios grises que dejó de generar hace 21 meses con su central de carbón por otros verdes en Galicia. La Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Transición Ecológica concedió a Enel Green Power España —filial de la compañía eléctrica— sendas autorizaciones administrativas de construcción de los dos primeros parques eólicos que pondrá en marcha en el nudo de As Pontes: Tesouro, de 50,4 megavatios de potencia; y Santuario, de 161. El primero de los citados discurrirá íntegramente por la antigua villa minera, mientras que el segundo se ubicará entre ese término municipal y los de Xermade, Vilalba y Guitiriz (Lugo).

La inversión de estos dos recintos eólicos —de los cinco que cuentan con el visto bueno del Gobierno central para su ejecución en el nudo pontés— rondará los 230 millones de euros, 70 de los cuales se corresponderán con el parque Tesouro. Para la obtención del visto bueno a la construcción de ambos proyectos, Endesa ha tenido que introducir algunas modificaciones, entre ellas la eliminación de varios aerogeneradores, por la afección que generaban a espacios naturales, y también diversas medidas correctoras.

Tras la obtención de los dos permisos, únicamente le resta conseguir la licencia de obras para poder ejecutar los parques eólicos sobre el terreno.

Sin embargo, el horizonte temporal para el arranque de los trabajos no se despejará hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronuncie sobre la triple cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) sobre distintas vertientes del proceso de autorizaciones a instalaciones eólicas llevadas a cabo por la Xunta. El parón judicial del sector —con más de 200 litigios sobre 80 proyectos y medio centenar de ellos, afectados por suspensiones cautelares— ha extendido una inseguridad jurídica que ha hecho mella en los promotores de todas las instalaciones implicadas, que esperarán hasta el pronunciamiento del alto tribunal comunitario para construir las diferentes instalaciones. 

Cuatro años de trámites

La compañía eléctrica que dirige José Bogas había solicitado luz verde para construir los dos parques en noviembre del 2020, y recibió en la primavera del 2023 las autorizaciones administrativas previas. Poco más de un año después llega el visto bueno para la construcción, no solo de las instalaciones con los aerogeneradores, sino también de la infraestructura asociada para la evacuación de la energía generada. 

Un plan global

En el marco del proceso de cierre de la central de carbón, Endesa diseñó un plan con el que siempre insistió en que no dejaban As Pontes, sino que reemplazaban una fuente de energía —en este caso fósil— por otra renovable, el viento. En ese marco, ya cuenta con los permisos ambientales para construir cinco parques en el entorno de la central —además de Tesouro y Santuario, los de Moeche, Barqueiro y Badulaque—, que en conjunto suman 600 megavatios de potencia. La previsión que manejaba la eléctrica es que las obras de construcción de estos recintos pudiesen iniciarse entre finales de este mismo año y el 2025, y su entrada en funcionamiento, en el entorno del 2026. Sin embargo, esas expectativas están ahora condicionadas por la necesidad de que se aclaren los litigios que pesan sobre el sector eólico y que podrían impactar sobre todos los proyectos.

La ejecución de las inversiones —que superan los 800 millones de euros— tendrá también una importante repercusión sobre el empleo, ya que solo en la fase de construcción está previsto que se genere ocupación para alrededor de 2.000 personas, en los distintos oficios. Posteriormente, en la fase de operación y mantenimiento, los recintos eólicos sostendrán alrededor de 230 empleos. 

Recintos autonómicos

Además, la compañía eléctrica tramita en Galicia alrededor de 150 megavatios eólicos adicionales ante el Gobierno autónomo. Son parques de menos de 50 megavatios cada uno y, consecuentemente, tienen que ser autorizados por la Xunta.

Formoso destaca que esos proyectos permitirán el regreso a la villa de parte de los trabajadores de la central térmica

El Concello pontés subrayó ayer la importancia que tiene la autorización de construcción del parque Tesouro. Así, el alcalde, Valentín González Formoso, aseguró que este recinto está vinculado a otro importante proyecto de Endesa en el municipio: la materialización de un complejo logístico que ya tramita ante la Xunta. Estará ubicado en las antiguas instalaciones mineras de Portorroibo, e implicará una inversión de más de 70 millones de euros. Según el regidor, supondrá la creación de 34 empleos directos y de 44 indirectos.

Pero además, para González Formoso, la construcción de los nuevos parques permitirá «que empregados de Endesa trasladados fóra das Pontes tras o peche da central e que aspiran a regresar ao municipio, poidan facelo».

No son las únicas dimensiones positivas de esta estrategia renovable de la empresa eléctrica en As Pontes. «É a referencia de xeración de enerxía tanto convencional como renovable, adaptándose ao novo modelo enerxético da Unión Europea e do Estado», incidió el alcalde, quien añadió: «Este complexo eólico, xunto cos catro parques existentes no municipio, os dous encoros hidroeléctricos, a planta de hidróxeno e a planta de bombeo reversible proxectadas no municipio e o ciclo combinado de gas natural, converten a As Pontes no maior complexos enerxético diversificado do Estado». 

Almacenamiento

Por otra parte, González Formoso avanzó que en el municipio, con los proyectos en marcha, «non só xeraremos enerxía, senón que imos a afrontar o maior reto de cara ao futuro: almacenala».