¿Por qué no nos pagan por reciclar?

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Las empresas cobran en el precio final el coste de fabricación del envase, pero este no se reembolsa cuando es devuelto, como sí ocurre en otros países europeos

13 ago 2024 . Actualizado a las 08:17 h.

El ciclo siempre es el mismo: compramos un producto, le damos uso y, en el mejor de los casos, lo descartamos separándolo como corresponde (vidrio, papel, orgánico, envases o resto). Con suerte, las bolsas con los desechos las botamos en un contenedor cercano a nuestra vivienda. Y ya no volvemos a saber nada más.

Esto ocurre en España. Pero la estampa es distinta en otros países europeos, como Bélgica, donde los ciudadanos tienen incentivos económicos para devolver ciertos envases. Esto hace que aumente el interés y la implicación de la gente a la hora de dar una segunda vida a esos objetos, como las botellas de vidrio, que todas las empresas nos cobran cada vez que compramos sus productos. Si ese material se va a reciclar y reutilizar tras pasar por una planta de reciclaje, suponiendo un ahorro de costes para los negocios, ¿por qué no nos van a devolver a los clientes parte de lo que pagamos por él cada vez que pasamos por caja? 

Eso es lo que ha planteado este lunes la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) al Ministerio de Transición Ecológica, al que urge a aprobar un sistema de retorno de envases con reembolso, «que incluya incentivos, fomentando su recogida, mejoraría el reciclaje y reutilización», explican en un comunicado en el que recuerdan que, «los países europeos con este sistema, que será mayoritario en la UE el año que viene, consiguen mejores resultados en la recogida de envases». 

En lo que se refiere a los fabricados con plástico, la organización señala que las tasas de recuperación entre los países que contemplan el sistema de retorno con reembolso suelen superar el 90 %, «frente al 79 % que anuncia Ecoembes en España y que es puesto en duda por OCU, que en el 2021 comprobó que apenas se reciclaba un 30 %». No es el único caso. Un estudio de la OCU sobre tetrabriks publicado en el 2020 reveló que solo 1 de los 13 envases, cuyo recorrido se consiguió seguir hasta su destino final, terminó en una empresa preparada para reciclarlos de forma correcta; mientras que 8 terminaron en un vertedero.

La ley actual contempla aplicar este sistema de retorno con reembolso si no se cumplen los objetivos de recogida con el modelo actual, por lo que la OCU ha instado al Gobierno a hacerlo de inmediato y compensar así a los consumidores por cada lata o botella usada que devuelvan. Además, propone introducir más incentivos fiscales para promover el uso de productos más sostenibles. Entre ellos, la aplicación de «ecotasas reducidas» para los productos con diseños más sostenibles (que faciliten su reciclaje o reutilización), el IVA superreducido del 4 % para productos básicos con certificaciones fiables de sostenibilidad y la supresión del IVA para los productos de segunda mano y reacondicionados, de forma que se fomente el consumo sostenible.