La patronal formaliza su rechazo a la reducción de la jornada laboral

Lucía Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

La última propuesta de Díaz de ayudas directas inquieta a la patronal, que sostiene que son solo un «paraguas» y que no tocan ni a 800 euros por barba

05 nov 2024 . Actualizado a las 16:15 h.

Después de casi un año de negociaciones, la patronal da este martes una respuesta formal al Gobierno a su propuesta de reducir la jornada laboral de un máximo de 40 horas semanales a 37,5 horas en 2025: ha dicho 'no'. No la aceptan porque sería como «animar a las pequeñas empresas a tirarse por un barranco» y sin «paracaídas», apenas con un «paraguas para que te mates directamente», en palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

De esta forma, el segundo ultimátum lanzado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a la patronal tampoco logrará el objetivo deseado. El Ministerio de Trabajo puso encima de la mesa el pasado 29 de octubre una última propuesta que incluía, además de las bonificaciones a la contratación por reducir la jornada laboral, un paquete de ayudas directas de 375 millones de euros. Y les advirtió de que, o el próximo 11 de noviembre contestan positivamente a reducir la jornada laboral de más de doce millones de trabajadores, o esos incentivos desaparecerían.

Ese plazo de dos semanas que les dio para dar una respuesta los empresarios no lo van a agotar. El comité ejecutivo de la CEOE se reúne este martes con carácter extraordinario para analizar esa última oferta que ha soliviantado aún más a la patronal por no llegar ni siquiera a 800 euros para cada pequeña empresa, según sus estimaciones (resultado de dividir 375 millones entre ese cerca de medio millón de micropymes que el Gobierno calcula podrían beneficiarse), una cantidad mínima —denuncian— para ese elevado coste que tendrían que afrontar las empresas por ese recorte de jornada: unos cerca de 12.000 millones de euros de impacto directo por las horas que se dejarían de trabajar. Es decir, las medidas que propone no tienen apenas alcance económico y, además de ser exiguas, están condicionadas a mantener el empleo en la empresa durante tres años, pese a que la bonificación, por ejemplo, es para un máximo de un año.

«Ningún sector está de acuerdo» 

«El 'no' es seguro. La cosa ya no da más de sí», aseguran a este periódico fuentes de la patronal. «El rechazo será unánime. No se me ocurre ningún sector o patronal territorial que esté de acuerdo con la reducción de jornada por ley, en lugar de hacerlo en la negociación colectiva», sostiene otra fuente de la CEOE.

Tras el rechazo de los empresarios, la negociación entrará en una segunda fase que será mucho más rápida. El Ministerio de Trabajo acordará la nueva norma con los sindicatos UGT y CC OO, previsiblemente sin ningún tipo de ayuda para las empresas y con un endurecimiento del registro de la jornada. Y será remitida al Congreso. Es ahí donde la patronal confía en que esta medida fracase ante la falta de una mayoría para aprobarla, si finalmente Junts vota también que no.