El mayor proyecto europeo de baterías para coches eléctricos naufraga y se declara en quiebra

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARIE MANNES | REUTERS

La sueca Northvolt, en bancarrota técnica, pone en jaque uno de los planes estratégicos del Viejo Continente

13 mar 2025 . Actualizado a las 08:56 h.

El sueño europeo de lograr la autonomía en la industria del coche eléctrico se desmorona con la caída de uno de los eslabones más importantes de la cadena.

El fabricante sueco de baterías eléctricas Northvolt —especializado en tecnología de iones de litio— se declaró este miércoles en quiebra técnica en el país nórdico. «Tras un exhaustivo esfuerzo por explorar todos los medios disponibles para garantizar un futuro financiero y operativo viable para la compañía, el consejo de administración anuncia hoy [por este miércoles] que se ha declarado en quiebra en Suecia», explicó la empresa a través de un comunicado. La buena noticia es que, por ahora, sus filiales alemanas y estadounidenses escapan del temporal y seguirán operando con cierta normalidad.

Northvolt ha sucumbido a la crisis generalizada que vive el sector del automóvil eléctrico en el Viejo Continente, arrastrada sobre todo por la pujanza china —donde gigantes como BYD y CATL copan más del 60 % del mercado de las baterías eléctricas en el país asiático y empiezan a ganar terreno— y presionada por otros factores que han acabado erosionando su posición financiera. Entre ellos, los responsables de la empresa destacan el aumento de los costes de capital, la inestabilidad geopolítica, las alteraciones en las cadenas de suministro y los múltiples cambios que está experimentando la demanda.

«La compañía se ha enfrentado a importantes retos internos en su aumento de la producción, tanto en formas que se esperaban por el compromiso en la que es una industria altamente compleja, como en otras cuestiones que eran totalmente imprevistas», resumen. Atrás quedan varios meses intentando reflotar una compañía que se había convertido en el gran proyecto industrial europeo de baterías.

Los problemas comenzaron a surgir el año pasado. Entre los clientes de Northvolt se encontraban grupos como Volvo o Volkswagen. En ese catálogo también se podía encontrar durante los comienzos del proyecto a BMW, a quien el fabricante había suministrado importantes cantidades de baterías. Pero los alemanes se plantaron y cancelaron un pedido de 2.000 millones de euros hartos de los constantes retrasos en las entregas y una calidad algo dudosa en los productos ya recibidos.

Reflotar el proyecto

En septiembre del año pasado, comenzaron los intentos por reflotar el proyecto. Los suecos optaban por recortar la plantilla prescindiendo de 1.600 trabajadores para intentar atajar los problemas de liquidez que los perseguían. No sirvió para atajar el problema, las pérdidas siguieron acumulándose hasta superar los 936 millones de euros en el último año. Y el golpe definitivo llegó esta semana. Northvolt debía pagar 200 millones de coronas suecas (18,2 millones de euros) en impuestos a la Agencia Tributaria sueca, unos deberes que han sido imposibles de cumplir.