Hacienda pondrá la lupa en los contribuyentes con un tren de vida que no casa con los ingresos que declaran
ECONOMÍA

Intensificará el control sobre empresarios o profesionales sin ingresos de tarjetas cuando los pagos por esta vía sean habituales en su sector
17 mar 2025 . Actualizado a las 19:30 h.La Agencia Tributaria intensificará durante este año las inspecciones a los contribuyentes que exterioricen un nivel de vida que no sea congruente con las rentas o el patrimonio que declaran al fisco. Así lo asegura el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda en el Plan de Control Tributario, las líneas maestras que guiarán sus actuaciones de fiscalización, que este lunes se publicaron en el Boletín Oficial del Estado.
No se trata solo de ocultación de ingresos o bienes, remarca la Agencia Tributaria, sino también de «la utilización abusiva de sociedades instrumentales para desviar gastos personales, situar activos para su uso personal o encubrir rentas a través de préstamos ficticios», maniobras que «permiten a determinados contribuyentes mantener estándares de vida que no se compadecen en absoluto con las rentas declaradas ni el patrimonio conocido». Por eso, el control se centrará en analizar las estructuras societarias creadas para tratar de escapar al control del fisco, así como el uso o disfrute sin coste —o a un precio muy inferior al de mercado— de bienes de la sociedad por parte de algún socio de la empresa o de sus familiares.
Asimismo se mantendrá la presión para detectar aquellas situaciones en las que un ciudadano español simula tener su residencia fiscal en países con una tributación más laxa, pero pasa en España más de 183 días al año, y también otras en las que personas extranjeras con un elevado nivel de ingresos (deportistas, artistas...) que viven aquí y solo tributan por la parte de la renta que obtienen en el país y no por todos los ingresos a nivel mundial. En cuanto a las actuaciones para aflorar la economía sumergida, la Agencia Tributaria reforzará sus controles en sectores declarados de alto riesgo. Así, por un lado, les pondrá la lupa a los empresarios y autónomos que no declaren ingresos por pagos con tarjeta (o lo hagan por importes irrisorios) cuando el uso del dinero de plástico esté muy extendido en su sector de actividad. También extremará los controles sobre los contribuyentes que utilizan medios de pago radicados en el extranjero, una maniobra con la que buscan evitar la obligación de suministro de información a la Agencia. Además, a través de sus planes sectoriales de visitas pondrán el énfasis en el control de los TPV para el pago con tarjeta y otros sistemas de facturación al público, con el objetivo de evitar el uso de los programas informáticos que permiten llevar una doble contabilidad.
Más ayuda al contribuyente
Pero al margen de apretar las tuercas a aquellos contribuyentes a los que se les presuponga un perfil más proclive a la elusión fiscal, el fisco intentará este año facilitar la vida a los ciudadanos con una nueva fase del programa para simplificar documentos tributarios, que afectará a trámites relacionados con las comprobaciones de IVA y sociedades, las sanciones de IRPF y otros procedimientos de recaudación y aduanas. Asimismo, por primera vez en este ejercicio se permitirá el pago de las cuotas tributarias a través de Bizum, y se ampliarán las posibilidades de hacerlo con tarjeta.
También se incrementarán los supuestos en los que el contribuyente podrá autocorregir errores u omisiones en el pago de impuestos a través de la presentación de una declaración complementaria que la Agencia Tributaria le remitirá ya confeccionada y con los cálculos hechos para saber qué importe debe ingresar a mayores. Dentro de esa política de prevención del fraude, se adelantarán a abril los avisos que lanza el fisco a contribuyentes que, por su perfil, están obligados a presentar la declaración pero que no acostumbran a hacerlo.
La plantilla del fisco denuncia que tiene las manos atadas para investigar los fraudes más abultados
El anuncio del fisco sobre sus planes de actuación para reforzar el control del fraude durante este ejercicio topó ayer con la desconfianza mostrada por el colectivo más numeroso dentro de la Agencia Tributaria, los técnicos de Hacienda, que suponen casi un 85 % del personal operativo del organismo, multiplicando casi por seis el volumen de inspectores. El sindicato que los representa, Gestha, no ve margen de mejora «si se les sigue manteniendo las manos atadas para investigar los fraudes más abultados». Y es que, aunque ven avances en el plan, «al poner el foco en la evasión de grandes empresas, grupos empresariales y personas con rentas y patrimonios muy altos», un aspecto que los profesionales reclaman desde hace años, alertan de que, «en la práctica [la actividad] se sigue centrando en el control de los particulares, los autónomos y las pymes».
Ante el estancamiento en los resultados de la acción inspectora de la Agencia Tributaria (que marcó su máximo en el 2020, al aflorar 17.274 millones, una cifra no superada desde entonces), Gestha reclama eliminar «los lastres que limitan las funciones y competencias de los técnicos para que puedan terminar los expedientes de fraudes de mayor dificultad y sofisticación y enviar los informes a la Fiscalía».