Letras del Tesoro o depósitos: qué es mejor ahora para el ahorrador conservador
ECONOMÍA

Las rentabilidades no paran de caer, pero las dudas sobre los tipos de interés podrían cambiar el panorama
23 mar 2025 . Actualizado a las 08:34 h.Después de dos años de cierta comodidad, el ahorrador conservador parece abocado de nuevo a un quebradero de cabeza. Con los tipos de interés a la baja, ya no es tan sencillo encontrar dónde poner a trabajar el dinero excedente de forma segura y sin que la inflación merme su poder adquisitivo. Los dos productos más populares entre este perfil de consumidor financiero están emitiendo señales de advertencia. La rentabilidad de las letras del Tesoro sigue en lógico retroceso tras alcanzar un pico de casi el 4 % en el caso de las que se emitieron a 12 meses en octubre del 2023. Pero es que en la última subasta celebrada el pasado día 4, este activo de deuda pública a corto plazo se colocó a un tipo de interés medio del 2,17 %.
Paralelamente, las entidades financieras no paran de meter la tijera en los rendimientos que ofrecen por sus depósitos a plazo fijo. Los más altos que se pueden encontrar en el escaparate online de la banca de la zona euro, con un horizonte también de un año, rondan el 2,5 % TAE (tasa anual equivalente). Una recompensa muy inferior a la que se llegó a obtener en el mejor momento del 2023.
Los expertos sostienen que la tendencia menguante de las rentabilidades de letras y depósitos tiene visos de continuar porque está estrechamente ligada a las expectativas sobre los tipos de interés oficiales que hasta hace apenas un par de semanas seguían apuntando claramente a la baja. El horizonte, sin embargo, se ha complicado.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), reconoció el pasado jueves que las decisiones sobre los tipos dependerán de si los estímulos fiscales pueden compensar el potencial daño causado por la guerra arancelaria desencadenada por Donald Trump y del impacto de estos dos factores sobre los precios. Esto significa que los tipos pueden dejar de bajar o hacerlo de forma mucho más lenta que en los últimos meses, pero también que la inflación podría repuntar, desde el 3 % actual en el caso de la española.
Con este panorama cabe preguntarse qué conviene ahora más al ahorrador conservador. ¿Letras o depósitos, y a qué plazo? Teniendo en cuenta que las diferencias en los rendimientos medios esperados a igual horizonte temporal no son muy significativas, escoger entre uno y otro producto dependerá básicamente de las preferencias personales. Las letras gozan de la máxima seguridad al contar con el aval del Estado, pero los niveles de solvencia de la banca de la zona euro son lo suficientemente robustos como para descartar sobresaltos.
En todo caso, los fondos de garantía de depósitos de cada país asumen las eventuales pérdidas hasta 100.000 euros por depositante en caso de quiebra de una entidad financiera. También es similar la agilidad en la contratación. Para invertir en letras es preciso contar con una cuenta en el Banco de España. Y si se quiere acceder a un depósito atractivo es probable que se necesite abrir una cuenta en un banco distinto al habitual, ya que la oferta en este terreno de las grandes entidades no es demasiado competitiva y está limitada a algunos clientes.
Una diferencia que podría decantar la balanza es la liquidez. Las letras, que se pueden comprar directamente en cualquier oficina del Banco de España o a través de la página web del Tesoro a partir de mil euros, cuentan con la ventaja de que es posible venderlas en el mercado secundario de deuda en cualquier momento antes de la fecha de vencimiento. Los depósitos, sin embargo, no pueden retirarse sin penalización previamente a la terminación del plazo acordado con la entidad financiera.
Sí es especialmente importante ahora en ambos casos considerar el plazo de los productos, según los expertos. Parece mejor opción invertir en letras o contratar depósitos en los plazos más cortos, es decir, a tres meses: los rendimientos actuales son algo mayores y da más flexibilidad para ver qué rumbo sigue finalmente la senda de los tipos de interés y decidir el siguiente movimiento de ficha a fin de maximizar la rentabilidad de los ahorros con el menor riesgo.