En Galicia se entregan al año 3.100 viviendas, pero se forman más de 5.000 nuevos hogares

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Una inmobiliaria de Santiago
Una inmobiliaria de Santiago PACO RODRÍGUEZ

El déficit de casas roza las 135.000 en el conjunto de España

03 jun 2025 . Actualizado a las 14:46 h.

Pese al acelerón en la promoción de vivienda en los últimos años, que se evidencia en el repunte de casi un 20 % de los visados de obra nueva en los tres primeros meses del año, el ritmo al que crece la oferta de inmuebles sigue muy por debajo de aquel al que lo hace la demanda, con una formación de hogares al alza.

Así se constata en el Informe de Evolución de la Producción de Vivienda publicado ayer por la Asociación Española de Consultoría Inmobiliaria (ACI), que estima que el déficit de inmuebles residenciales aumentó el año pasado en 134.649 unidades. Es el resultado de restar las viviendas que se entregaron en el 2024 en el conjunto del país (86.609) de los nuevos hogares o núcleos de convivencia que se crearon el año pasado (221.258).

Sin entrar en otros aspectos colaterales, como el uso de esos pisos y casas entregados en el pasado ejercicio (que pueden haberse dedicado al alquiler vacacional, oficinas o a cualquier otro destino no residencial), la simple aritmética muestra un desequilibrio que es especialmente acusado en las grandes capitales —en Madrid hubo 32.644 nuevas viviendas menos que hogares creados, y en Barcelona, 21.148—. Como se puede apreciar en el gráfico que acompaña la información, solo 11 de las 52 provincias españolas presentan un superávit de producción de vivienda, pero se concentran en comunidades donde el mercado no está tan tensionado, como Asturias, Castilla y León y Extremadura.

En cuanto a Galicia, el estudio cifra el déficit en más de 1.900 viviendas anuales, ya que el pasado ejercicio se entregaron 3.144 inmuebles de obra nueva (entre pisos y casas), pero se formaron 5.051 nuevas familias o unidades de convivencia. Dentro de la comunidad, los mayores desequilibrios se registraron en Pontevedra (-910 viviendas) y A Coruña (-136). Aunque Lugo y Ourense tampoco consiguen generar producción de inmuebles residenciales suficientes para atender el crecimiento de la población, el desfase (de 136 y 35 unidades) es mucho más reducido, por lo que también lo es su efecto en el mercado inmobiliario, tanto en alquiler como en compraventa.

Casi 15.000 desde la pandemia

Ampliando el foco a cinco años, los transcurridos desde la pandemia, el informe estima que desde el 2020 en Galicia se han creado casi 15.000 hogares más que nuevas viviendas (14.836, por ser precisos), mientras que en el conjunto del país el desfase roza los 350.000 inmuebles, lo que explicaría la escasez de oferta y la consiguiente escalada de precios. En estos cinco años, en la comunidad es A Coruña la provincia más deficitaria (-7.790) mientras en Ourense está casi en equilibrio (-2).

No basta con aumentar el número de viviendas

El informe concluye que la formación de nuevos hogares se estabilizará en torno a las 200.000 unidades anuales en la década de los 30 pese al aumento previsto de la población, que superará los 53 millones de habitantes en 2035, según datos del INE. Entre las causas que indica destaca el envejecimiento poblacional, la precariedad laboral, el retraso en la emancipación de los jóvenes y los cambios en los modelos familiares (más hogares unipersonales o compartidos). Todo ello, apunta ACI, exige un rediseño de las políticas residenciales, más allá de la mera construcción.

Según apunta el presidente de ACI, Ricardo Martí-Fluxá, España ha dejado de construir al ritmo de su población, lo que está alimentando un problema de acceso que ya es estructural. En su opinión, no basta con aumentar el número de viviendas, sino que se necesita una nueva visión que incluya la rehabilitación del parque existente, la diversificación tipológica, con viviendas más pequeñas y adaptadas y una planificación territorial que contemple la desigual evolución de las provincias.

La asociación, que reúne a las principales consultoras inmobiliarias internacionales con presencia en España, que representan más del 90 % del mercado, demanda un Pacto de Estado por la Vivienda, un acuerdo duradero, transversal y desvinculado de los debates partidistas, que garantice la seguridad jurídica, la estabilidad normativa y la movilización conjunta de recursos públicos y privados para el impulso de la vivienda asequible. España se enfrenta a un desajuste estructural que compromete el equilibrio del mercado residencial y que no responde al ritmo de crecimiento demográfico ni a la evolución de las necesidades habitacionales, derivado tanto de la escasez de suelo finalista como de los incrementos de los costes de construcción, las restricciones normativas y los retrasos en la tramitación urbanística, apunta.

Asimismo, subraya que la mayoría de las compraventas en 2024 fueron de vivienda de segunda mano dada la escasa disponibilidad y el elevado coste de la obra nueva, que siguen desplazando la demanda hacia el residencial existente.