España ha gastado 51.000 millones de los fondos europeos, el 65 % del total, a poco más de un año de su fecha límite
ECONOMÍA

En el cuarto aniversario desde que se aprobara el Plan de Recuperación, Bruselas abre la puerta a que se puedan destinar a proyectos prioritarios para la UE como la vivienda asequible, industria o defensa
17 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Han pasado ya cuatro años desde que la Comisión Europea (CE) aprobase en junio del 2021 el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia por el que a España se le concedieron 78.115 millones en ayudas a fondo perdido. Hasta ahora España ha gastado 51.355 millones, lo que supone una tasa de resolución del 65 %, según las últimas cifras del Gobierno.
Este porcentaje de convocatorias resueltas supone que desde que comenzó el 2025 se ha impulsado la entrega de fondos, ya que a cierre del 2024 no se llegaba ni al 41 %, según cifras de Eurostat. La media de la UE en ese momento era del 45 %, pero países como Francia o Dinamarca ya alcanzaban el 70 % de ejecución a cierre de año. Además, de los otros 83.000 millones de euros en préstamos, se han canalizado solo 4.000 millones y se están analizando operaciones por otros 6.500. En total, apenas un 13 % del total.
Ya son más de 1,1 millones los beneficiarios de los fondos Next Generation, según estos datos del Gobierno, de los que el 40 % corresponden a pymes y micropymes. Además, el Gobierno ha transferido casi 29.000 millones de euros de fondos europeos a las comunidades autónomas para que gestionen actuaciones en el marco de sus competencias. El documento del Ejecutivo concreta que este plan ha logrado financiar 25.000 viviendas de alquiler social, crear 383.000 plazas de Formación Profesional y financiar 270.000 vehículos eléctricos y puntos de recarga. Además. 200 municipios han adquirido autobuses cero emisiones y han peatonalizado calles o desplegado carriles bici.
Flexibilidad
La fecha límite para gastar los fondos es el 31 de agosto del 2026. Aún quedan 335.000 millones de los fondos de recuperación tras la pandemia y apenas un año para invertirlos, por lo que Bruselas ha abierto la puerta a flexibilizarlos y así avanzar en su ejecución, sin confirmar aún si extenderá el plazo. En un documento enviado por la Comisión a principios de mes al Consejo y el Parlamento Europeo, reconoce que la carga administrativa puede haber afectado a la velocidad de implementación de los Next Generation y que hace falta que los Estados miembros pisen el acelerador. Para ello, aconseja a los países europeos que revisen su plan para asegurarse de que todos los hitos y objetivos que exige Bruselas se logren antes de la fecha límite.
Abre la puerta, además, a que los fondos Next Generation puedan apoyar inyecciones de capital en entidades financieras nacionales para apoyar proyectos en temas prioritarios para la UE como la descarbonización industrial, la transición energética, la vivienda asequible y la seguridad y la defensa, entre otros.
La Comisión «anima» a los Estados miembros a que «exploren todas las opciones disponibles para salvaguardar su asignación», en particular para el apoyo no reembolsable.