El frenazo del comercio global por los aranceles ralentiza la economía española
ECONOMÍA

El PIB crece seis décimas en el primer trimestre, pero reduce su repunte anual del 3,3 al 2,8 %, con una caída de las exportaciones superior a un punto
25 jun 2025 . Actualizado a las 19:51 h.La economía española empieza a acusar los efectos de la guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, con su subida indiscriminada de aranceles a todos los países del globo. El producto interior bruto (PIB) creció un 0,6 % en el primer trimestre del año respecto al último cuarto del ejercicio anterior, una décima menos que entre octubre y diciembre y apenas la mitad que en los mismos meses del 2024, cuando había registrado un incremento del 1,1 %.
Esa moderación del crecimiento se refleja ya en la tasa interanual, que avanza un 2,8 %, cinco décimas menos que en el trimestre precedente, según la contabilidad nacional publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que constata una ralentización en el consumo y la inversión por la incertidumbre generada por la guerra arancelaria.
En concreto, el consumo de los hogares, una de las palancas sostenidas del crecimiento de la economía española, avanzó un 0,6 % en tasa trimestral y un 3,7 % interanual, lo que supone tres y una décima menos que en el último cuarto del 2024. Más acusado aún fue el frenazo del gasto público, uno de los motores de la economía desde los años de la pandemia, que se contrajo un 0,4 % entre enero y marzo respecto a lo desembolsado por las Administraciones entre octubre y diciembre, el primer dato negativo en dos años y medio (desde la primavera del 2022). En tasa interanual, el gasto público se reduce casi un punto y medio, al pasar del 3,8 % del último cuarto del año pasado al 2,4 % del primer trimestre de este ejercicio, un retroceso que coincide con la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales a nivel comunitario.
En cuanto a la inversión, se ralentiza dos puntos respecto a los tres meses anteriores, del 2,9 al 0,9 % por el fuerte frenazo en la inversión en maquinaria y bienes de equipo, cuyo crecimiento se reduce en seis puntos, del 7,6 al 1,6 %, mientras que aumenta dos décimas el desembolso en vivienda, hasta el 1,9 %.
Tras años de fuerte expansión del turismo y las exportaciones, las crecientes incertidumbres en el panorama internacional y un mayor crecimiento de las importaciones respecto a la venta de bienes y servicios españoles en el extranjero hacen que la demanda exterior tenga una contribución negativa en términos de PIB, restando cuatro décimas de la aportación del 3,2 % de la demanda nacional, hasta llegar al 2,8 % final.
Y es que, en cifras interanuales, las importaciones crecen a un ritmo del 4,4 %, mientras que las exportaciones avanzan un 2,7 %, seis y cuatro décimas menos respectivamente que en el último trimestre del 2024.
En cualquier caso, el impacto en estas cuentas trimestrales es todavía muy limitado, toda vez que el mandato de Donald Trump se inició a finales de enero y las principales medidas arancelarias se tomaron entre finales de marzo y principios de abril, por lo que su reflejo llegaría en el PIB del segundo trimestre.
Caen las horas trabajadas
En términos de empleo, la contabilidad nacional confirma la contracción del mercado laboral que había dibujado ya la encuesta de población activa. Si esta había calculado que entre enero y marzo la ocupación cayó en 92.500 personas en España, la estadística publicada ayer revela una caída de las horas efectivamente trabajadas, que se reducen un 0,5 % respecto al último trimestre del 2024 (cinco veces la caída registrada en el mismo período del año pasado).
Al avanzar el PIB y reducirse las horas trabajadas, la productividad crece, un 1,1 %, frente a la caída del 0,9 % registrada entre octubre y diciembre.
Empeora la percepción
Frente a la lectura del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que destacó que el crecimiento español sigue siendo muy superior al de los principales motores de la UE (Alemania creció un 0,4 % y Francia un 0,1 %), la percepción ciudadana es que el avance macroeconómico dista mucho del que notan las economías domésticas, lastradas por el incremento del coste de la vida. Un informe publicado ayer por Funcas indica que más de la mitad de las familias (55 %) piensan que la economía española está en peor situación que antes de la pandemia, y solo un 20 % opinan que ha mejorado.