Ferrari recupera los derechos de la marca Testarossa

La Voz REDACCIÓN

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El Tribunal General de la Unión Europea anuló las medidas que determinaban la caducidad de sus derechos

02 jul 2025 . Actualizado a las 15:31 h.

Un icono de la cultura popular, conocido por sus papeles protagónicos en producciones como Corrupción en Miami, ha recuperado su nombre. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha determinado nulos las resoluciones que le quitaban a Ferrari la propiedad del nombre Testarossa, como había dictaminado anteriormente la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO).

El Ferrari Testarossa estuvo en producción entre 1984 y 1996. El deportivo, a pesar de estar solo una docena de años en el mercado, se convirtió en un símbolo de la empresa, por sus apariciones en la cultura pop. Más de 9.000 unidades fueron comercializadas durante ese tiempo. 

En el 2017, la EUIPO determinó que los derechos de la corporación italiana sobre la marca habían caducado. Esto tras una demanda del fabricante de juguetes alemán Autec AG, para hacer uso indiscriminado de la marca en sus productos. El organismo comunitario de marcas falló a favor de la compañía alemana alegando que entre 2010 y 2015 Ferrari no había hecho «uso efectivo» de la enseña en automóviles, componentes y accesorios. 

Por ello, el fabricante italiano interpuso un recurso de apelación ante el Tribunal General. El órgano determinó que aunque la producción ya hubiera cesado, Ferrari siguió involucrado en la comercialización del modelo por medio de distribuidores autorizados o negocios de segunda mano. La compañía seguía trabajando con la marca. 

Existió un «consentimiento tácito» entre el fabricante y el distribuidor para la venta del vehículo. El tribunal aseguró que Ferrari acreditó la directamente ciertas operaciones de Testarossas de segunda mano, en un ejercicio para comprobar la autenticidad. 

En el caso de refacciones y componentes pertenecientes al modelo, el fallo determinó que los concesionarios siguieron utilizando la marca con la autorización implícita del fabricante. A su vez, Ferrari cuenta con un proceso de verificación de origen de las piezas para sus modelos. 

Para los juguetes, la sentencia dicta que no se le puede prohibir a un tercero hacer uso de Testarossa si este no «menoscaba las funciones de esa marca». Se puede reproducir en juguetes sin el consentimiento de Ferrari solo en el caso que se indique que es «una reproducción fiel de un modelo real». 

Solo en el caso que se exprese directamente que la miniatura está realizada en colaboración con el fabricante italiano, es necesario el consentimiento expreso. De ser así, los juguetes deben señalar que son un «producto oficial con licencia Ferrari».