El Gobierno ultima un retiro reversible para facilitar la vuelta al trabajo de los jubilados

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Mariscal | EFE

Cree que las condiciones de la regulación actual son muy rígidas y que el rediseño de los incentivos permitiría que más pensionistas regresen al mercado laboral

04 ago 2025 . Actualizado a las 11:28 h.

Con la factura de las pensiones creciendo mes a mes, por la jubilación de la generación del baby boom y la subida de las prestaciones conforme a la inflación, el Gobierno lleva desde hace años buscando la vía para amortiguar el gasto facilitando la prolongación de las vidas laborales y el retraso de la edad efectiva de retiro, incentivando la demora en la jubilación y, en algunos casos, la compatibilidad entre salario y pensión.

En ese contexto, el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, avanzó ayer durante una comparecencia en el Congreso que el Ejecutivo está ultimando el texto legal que regulará una nueva modalidad de jubilación, bautizada como reversible, que busca facilitar que los pensionistas ya retirados que lo deseen puedan volver al mercado laboral. Una opción que ya existe en la actualidad, con la denominada jubilación flexible, aunque el Ejecutivo considera que su regulación, aparte de obsoleta (el decreto original es del 2002), «es muy restrictiva y poco atractiva», al no contar con incentivos suficientes para favorecer el tránsito de vuelta desde la inactividad al trabajo.

Suárez recordó que el compromiso de articular esa nueva jubilación reversible es un mandato recogido en el decreto ley del pasado mes de diciembre, que modificó las condiciones para la compatibilidad entre la pensión y la actividad laboral, que en su disposición adicional segunda daba al Gobierno un plazo de seis meses para impulsar nuevas «medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y flexible para incentivar esta modalidad de jubilación». Un plazo que, reconoció, se ha superado, por lo que el texto, debatido ya con los agentes sociales, se presentará en las próximas semanas.

Más jornada y más pensión

Según el último borrador discutido, el Gobierno prevé elevar del 25 % actual al 40 % el porcentaje mínimo de jornada necesario para la jubilación reversible. De esta forma, si con la norma en vigor el jubilado flexible puede hacer entre un 25 y un 75 % de la jornada ordinaria de cualquier trabajador de su empresa, en el futuro el tiempo de trabajo oscilará entre el 40 y el 80 %. Además, la nueva norma establece que deberán haber transcurrido al menos seis meses desde el retiro para que el pensionista pueda volver al mercado laboral percibiendo a la vez una parte de su prestación, que se incrementará.

Así, la cuantía de la pensión a percibir (por la parte de la jornada que no se trabaje) será un 20 % superior en el caso de que la jornada parcial sea entre el 60 y el 80 % de la completa (y para todos los autónomos), y un 10 % superior si la jornada es de entre el 40 y el 60 %.

Balance de las reformas

El secretario de Estado aprovechó también para pasar revista al resto de cambios legales introducidos en el sistema de pensiones, que han elevado la edad efectiva de jubilación desde los 64,4 años en el 2019 a los 65,2 años actuales. Un incremento que se debe, principalmente, al auge de los retiros demorados, que han pasado de suponer un 4,8 % de las altas hace seis años al 11,4 % actual. En los últimos doce meses el incremento en esta modalidad alcanza el 25 %.