Al mercado le gusta que BBVA dude de su opa al Sabadell

lucas irigoyen MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Altea Tejido | EFE

Desde que abrió la puerta a una retirada, la diferencia entre el valor de su oferta y la cotización del Sabadell se ha reducido en más del 50 %

10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El 31 de julio la acción de BBVA escaló el 7,96 % y este viernes cerró la sesión con una subida del 2,71 %. El banco presidido por Carlos Torres cierra así ocho días en los que acumula una revalorización del 17,8 % —de 13,56 a 15,98 euros—, el mayor salto en los parqués desde que a finales de abril de 2024 se filtró que iba a lanzar una operación para adquirir el Sabadell. Con estas subidas, el diferencial entre el valor de la propuesta de canje —una acción de BBVA y 0,70 euros por cada 5,3456 títulos del Sabadell— y la capitalización del banco catalán se ha reducido en más de la mitad. Pasando de una diferencia negativa de 2.300 millones a 1.074 millones.

¿Y qué hay en común entre el 31 de julio y el 8 de agosto pasados? Pues que son dos días en los que BBVA ha dejado entrever la posibilidad de retirar la opa por el banco vallesano. Un movimiento que podría entenderse como un reconocimiento del fracaso de la opa y que, en cambio, es recompensado por el mercado.

El 31 de julio, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, no solo especuló con la retirada de la operación porque «no hay garantía de nada» y «si no sale, no pasa nada, pasamos página», sino que además presentó unas previsiones de negocio bancario para generar 49.000 millones de beneficio hasta 2028. Unas ganancias que permitirán retribuir a los accionistas con 36.000 millones. Una suerte de demostración de rentabilidad para indicar que la entidad vasca no necesita la opa para seguir con una «magnífica estrategia y una rentabilidad líder en Europa».

El mercado respaldó las cifras y la acción rebotó. Esta semana, el miércoles, el Sabadell lograba el respaldo de sus accionistas a la venta de su filial inglesa, TSB. Tiene una lógica de mercado aplastante, ya que se ha cerrado por 3.100 millones, 1,5 veces su valor en libros. Y el reparto de 2.500 millones de dividendos por la operación es un excelente escudo frente al banco vasco.

Solo 24 horas después, el jueves, BBVA comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que «está revisando las sinergias de costes operativos y de financiación» de la opa, que había cifrado en 850 millones anuales. Debe analizar el impacto de las exigencias de Moncloa, que impide una fusión al menos durante tres años, y también la venta del TSB. Sabadell ya no tiene un banco en Reino Unido que arrojará unas ganancias este año de 300 millones, y eso también afecta.

No a cualquier precio

Así lo detalla el banco presidido por Carlos Torres en el suplemento al folleto enviado este jueves al regulador y en el que, de nuevo, no descarta una retirada. Y, otra vez, los mercados premiaron las dudas del BBVA con una subida el viernes del 3,13 %. Así las cosas, crecen los que aventuran la posibilidad de que la entidad vasca se retire del proceso. Así lo plantean firmas como Barclays, Citi o Caixabank BPI. Precisamente porque, aunque el banco presidido por Torres considere «que la toma de control del Sabadell crea valor para los accionistas» y que es una «operación con lógica de mercado», no lo es a cualquier precio.

En eso es en lo que BBVA, de modo indirecto, no para de insistir: la intervención del Gobierno —que ha provocado la apertura de un expediente desde Bruselas— afecta al valor del Sabadell por los retrasos que genera en las sinergias. Y también lo hace la venta del TSB porque supone perder un activo rentable. En ese contexto, explican fuentes del mercado, «¿tiene sentido pedir a BBVA el esfuerzo de una mejora en la oferta? Es normal —insisten— que ahora en esa decisión pesen criterios más fríos, financieros y de rentabilidad». Muchos accionistas del Sabadell, con la garantía de un cuantioso dividendo, van a pedir a la entidad vasca una mejora del precio. Y BBVA tendría que analizarla justo cuando más afectado se ve el valor de la operación.

Para Carlos Torres, de no salir la opa lo mejor es que sea por una retirada explicada por estos motivos que parece entender el mercado. Y no que sean los accionistas del Sabadell los que le propinen un doloroso rechazo. Ambas entidades han demostrado una sólida rentabilidad con capacidad de generar mucho capital, pero los movimientos del Gobierno y el dividendo de TSB han impactado de lleno en los plazos de la operación. En las próximas dos semanas se sabrá si han desbaratado la operación o si los accionistas del Sabadell tendrán la opción de elegir.