Bruselas no aplicará aranceles a los productos industriales de EE.UU. y relajará los requisitos sanitarios para importar cerdo y lácteos
ECONOMÍA

La Comisión Europea se compromete a comprar 40.000 millones de euros en chips estadounidenses
21 ago 2025 . Actualizado a las 22:54 h.En una declaración conjunta de cuatro páginas, Washington y Bruselas sellaron el acuerdo comercial alcanzado hace un mes, y confirmaron el límite arancelario del 15 % al grueso de las exportaciones europeas.
El texto, al igual que el acuerdo verbal al que llegaron el presidente estadounidense, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado 27 de julio en Escocia, no es legalmente vinculante. De hecho, la declaración indica que ambas partes están abiertas a considerar otros sectores en los que se puedan reducir los aranceles recíprocos en el futuro.
El comisario de Comercio europeo, Maros Sefcovic, afirmó que el texto busca establecer «una relación comercial y de inversión justa, equilibrada y mutuamente beneficiosa» y «fomentar la reindustrialización a ambos lados del Atlántico». También detalló que, a diferencia de lo que ocurre con otros socios comerciales de Estados Unidos, ese 15 % de tasa en aduanas no se sumará a los gravámenes que ya se aplican actualmente en frontera.
Exenciones
Menos coste para exportar aviones europeos y arancel cero a la industria de EE.UU. El documento presenta una lista, que se pretende «ampliar en un futuro», con los primeros productos y sectores europeos que se beneficiarán de un «arancel cero» en sus exportaciones a Estados Unidos a partir del 1 de septiembre. Es el caso de recursos naturales como el corcho, todos los aviones y sus componentes, los medicamentos genéricos y sus ingredientes y precursores químicos.
Más beneficioso es el acuerdo para la industria estadounidense, ya que los Veintisiete aceptan dejar exentos de aranceles todos los productos industriales procedentes de aquel país, que ya disfrutaban de un gravamen muy bajo.
Exclusiones
Vino, acero y aluminio no logran un trato ventajoso. Aunque Sefcovic aseguró que fue «una de las prioridades más importantes para la Unión Europea» a lo largo de las negociaciones, el sector del vino y las bebidas espirituosas no logró escapar al arancel base del 15 %. Aun así, el comisario quiso mostrarse optimista y recalcó que su equipo «estudiará diferentes maneras de abordar esta cuestión».
La misma suerte han corrido los sectores del acero y el aluminio, a los que Washington aplica actualmente un arancel del 50 %. «Estamos negociando cuotas arancelarias como parte de un esfuerzo más amplio para abordar la sobrecapacidad global en estos mercados», aseguró un alto funcionario de la Comisión, quien recalcó que «los contingentes son más difíciles de negociar ya que involucran más variables que una simple reducción arancelaria».
Automóviles
La rebaja al 15 % aún no está asegurada. Los aranceles sobre coches y piezas de automóviles, que actualmente son del 27,5 %, bajarán al 15 %, aunque solo después de que la UE introduzca formalmente una legislación para «eliminar los aranceles sobre todos los productos industriales estadounidenses», incluidos los vehículos estadounidenses. Sefcovic aseguró que la intención de la Comisión es presentar la propuesta legislativa «este mismo mes». De ser el caso, la tasa del 15 % se aplicaría de forma retroactiva desde el 1 de agosto.
Productos primarios
Se abre la puerta a productos de alimentación de EE.UU<strong>. Bruselas ampliará el acceso al mercado para productos agrícolas estadounidenses que no sean sensibles para la economía europea. Es el caso de pescados y mariscos como el abadejo, el salmón, los camarones o la langosta, carnes de cerdo y bisonte, productos lácteos, nueces y soja. Bruselas incluso suavizará sus exigencias sanitarias para permitir la entrada al mercado europeo de carne de cerdo y lácteos procedentes de EE.UU.
No cuentan con acceso preferente sectores sensibles en nuestra oferta agrícola, es decir, que tengan producción activa o gran consumo en la UE, como la carne de vacuno o de aves, el azúcar o los chocolates.
Inversiones
La UE comprará chips estadounidenses por 40.000 millones. La declaración conjunta deja por escrito el compromiso de Bruselas de adquirir 750.000 millones de dólares en energía estadounidense, incluyendo gas natural licuado o petróleo, hasta el 2028. Se prevé también que las empresas europeas inviertan 600.000 millones de dólares adicionales en sectores estratégicos estadounidenses, y que el bloque aumente las compras de material de defensa.
Además, Bruselas invertirá otros 40.000 millones en adquirir chips manufacturados en Estados Unidos. No contento con el desembolso, Washington también ha puesto como requisito que esos chips permanezcan en Europa y se usen en beneficio de la economía europea.
Estados Unidos consigue también librar a sus tecnológicas de nuevas tasas
Tras las críticas lanzadas desde Washington por la decisión de España de contratar con Huawei servidores que albergarán información de inteligencia, la Comisión Europea acepta en el acuerdo «colaborar con Estados Unidos para adoptar y mantener requisitos de seguridad tecnológica acordes con los de EE.UU., en un esfuerzo concertado para evitar la fuga de tecnología a destinos preocupantes». Con estas cesiones, Bruselas busca convertirse en un «socio reconocido con credenciales de seguridad claras» y «asegurar el manejo adecuado de esta tecnología sensible» explicaron desde la Comisión.
La Casa Blanca también consigue ahorrar millones de dólares a sus compañías tecnológicas, al confirmar Bruselas que renuncia a implantar nuevas tasas por el uso de redes.
Con todo, Sefcovic describió el acuerdo alcanzado como «un trato estratégico (…) que aporta confianza, genera estabilidad y fortalece un vínculo trasatlántico vital». La alternativa, sentenció, era «una guerra comercial con aranceles por las nubes y una escalada política».
El asesor comercial de Trump descarta otorgar exenciones al acero y aluminio de los Veintisiete
Peter Navarro, el consejero en materia de comercio del presidente estadounidense, Donald Trump, rechazó ayer de plano la posibilidad de que el Gobierno estadounidense haga exenciones arancelarias al acero y el aluminio procedentes de la Unión Europea (UE) .
«Puedo decirles que la experiencia del primer mandato [de Trump, entre el 2017 y el 2020] con los aranceles al acero y al aluminio es que cada vez que intentamos otorgar una exención o exclusión a uno de nuestros aliados, la abusaron por completo, y aprendimos que era un terreno resbaladizo. Por lo tanto, no habrá exenciones ni exclusiones para los aranceles al acero y al aluminio», afirmó en el exterior de la Casa Blanca.
Navarro también fue cuestionado sobre la posibilidad de que los vinos y bebidas espirituosas europeas reciban exenciones, pero declinó pronunciarse.
Una propuesta que resta credibilidad a Bruselas dentro del sector primario
El acuerdo hecho público aún va a tener mucho recorrido porque «a normativa da UE en relación coa produción de porcino é moi estrita». Es lo que cree el presidente de la Federación Galega de Porcino, Pablo Meijomín, tras conocer el acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la UE. «En Estados Unidos hai hormonas ou produtos promotores do crecemento como a ractopamina que na UE leva prohibida dende hai tranquilamente vinte anos. Despois hai unha serie de normativas na UE de seguridade alimentaria, benestar animal... que é complicado autorizar a entrada de produtos de Estados Unidos», dice. Pero después está el hecho de que la UE es el «maior exportador de carne de porco do mundo, non se vai a converter agora en importador».
Pero más allá de cómo llegue a aplicarse el acuerdo, para el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, el anuncio es ceder a un chantaje y cree que el documento muestra un claro desequilibrio desde el punto de vista del sector agrario, que vuelve a sacrificarse a cambio de mejoras para la industria. «Cada día nos vai ser mais difícil respaldar unha posición da Comisión Europea, cando aínda non coñecemos a letra pequena do acordo con Mercosur ou despois da proposta de desmantelamento da PAC presentada polo comisario de Agricultura». Por eso cree que tanto el Consejo Europeo como el Parlamento deberían cuestionarse respaldar este tipo de propuestas.