La okupación entra en campaña: el PP ve un auge y PSOE y BNG lo acusan de magnificarla

La tramitación de la ley de vivienda ha reabierto la polémica sobre la okupación en España y los enfrentamientos que en Barcelona han acompañado el inicio de la campaña propician que resurja el debate sobre si es un problema generalizado o un argumento de confrontación política.

En Galicia, donde en los últimos ocho años se han denunciado 1.064 casos de okupación, gobierno y oposición los perciben de diferente forma.

«Estamos ante un problema de orde pública que se ten agudizado en todo o Estado, polo que xera cada vez maior inquedanza social», manifiesta el PPdeG, que advierte «o seu agravamento nas cidades, con casos graves en A Coruña, Lugo e Santiago». El PSdeG entiende que la visión de lo populares sigue la estrategia «de amplificar los casos existentes con clara intencionalidad política. La okupación tiene la relevancia que tiene y un reflejo estadístico que la sitúa en su justa medida, por lo que sin quitarle importancia, consideramos más crucial centrar la cuestión en la creación de vivienda social y una política de vivienda de protección como está haciendo el Gobierno», añaden los socialistas. 

Denuncias

Alexandra Fernández, portavoz en materia de vivienda del BNG, considera que el foco hay que ponerlo en Galicia en la falta de políticas públicas de vivienda. «Hai 16.600 demandantes de vivenda social e a Xunta só fixo 22. É unha lotería que che concedan unha», manifiesta, que también acusa al PP de «distorsionar a realidade». Indica que en el último año hubo cien denuncias por okupación y el teléfono de la Xunta destinado a asesorar sobre el tema soplo recibió 30 llamadas.

«A nova lei estatal de vivenda ofrece unha maior protección e sensibilidade co okupa que co propietario», responde el PP.

Isabel Riveiro, presidenta de la asociación de vecinos de Recimil (Ferrol), es clara al describir su entorno: «Nos vino gente que echaron de Penamoa y ya hay aquí más okupas que vecinos alquilados. Hasta volvieron los que habían detenido por guardar armas dentro. Tiraron el tapiado y ya está», indica. «Esto no es un problema de un banco, es de los que vivimos aquí, de los que no pueden dejar a los niños jugar fuera o de los ancianos que viven con miedo en sus casas». Riveiro anuncia que llevarán sus temores y exigencias en forma de moción al primer pleno que celebre la próxima corporación de Ferrol. 

Percepciones

El alcalde y cabeza de lista del PSOE, Ángel Mato, considera que la okupación es en Ferrol similar a otras ciudades, si bien la mayoría se produce en propiedades municipales. Aduce carecer apenas de margen de actuación desde la administración local, si bien subraya su decisión de no empadronar a los okupas, con el riesgo que para ellos entraña la falta de ese respaldo para seguir percibiendo ayudas. Su rival, el popular José Manuel Rey Varela, recuerda que la okupación aumentó en la provincia un 10 %, ha crecido la delincuencia y faltan efectivos policiales, cuerpo que promete aumentar si es elegido alcalde. Para Jorge Suárez (Ferrol en Común) la okupación en la ciudad es un hecho «puntual», que requiere de soluciones habitacionales para jóvenes y vulnerables, como también opina Iván Rivas (BNG) que advierte que el 27,8?% del parque de mil viviendas municipales está infrautilizada y requiere de rehabilitación.

En A Coruña, el mayor foco de okupación de Galicia, la alcaldesa y aspirante a la reelección, Inés Rey, sí considera como un problema dicha práctica. «Tememos tolerancia cero» con la okupación y «emplearé todos los medios legales para combatirla». El popular Miguel Lorenzo estima que los okupas han generado en A Coruña «una gran alarma» y propone crear una «policía de barrio», un teléfono y ventanilla para afectados y un registro de casas usurpadas para impedir el empadronamiento a los okupas.

Xan Xove (Marea Atlántica) estima que hay más desahucios que usurpaciones, aunque aboga por actuar rápido en los casos que se produzcan. Requiere más vivienda pública, ayudas a la rehabilitación y abordar las situaciones de vulnerabilidad. Coincide Francisco Jorquera (BNG) y estima que la okupación es un fenómeno puntual en A Coruña.

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