Tras una velada de infarto en Lugo, donde estuvieron en juego el Concello de Lugo y la Diputación hasta más allá de las doce de la noche por un puñado de votos, finalmente el bipartito de la socialista Lara Méndez y el nacionalista Rubén Arroxo se hizo con la mayoría suficiente para reeditar el gobierno bicolor en el Concello de Lugo, con más votos aunque con los mismos concejales. El que más subió sin embargo fue el PP, que se llevó los dos ediles de Ciudadanos, pero se quedó a las puertas de la mayoría, tal como había pronosticado la encuesta de Sondaxe.
El PSOE y el BNG pueden mantener por los pelos la Diputación de Lugo, por otro puñado de votos, aunque a la una de la madrugada aún había dudas de que esto fuese definitivo. Hubo una bajada en votos de los socialistas en buena parte de los municipios del partido judicial de Lugo, y la Diputación estaba en el aire.
Para el gobierno de la ciudad, Lara Méndez y Rubén Arroxo tienen por delante otros cuatro años de continuidad, en los que no les van a faltar frentes de trabajo ni proyectos que discutir. Por una parte, están en pleno proceso para acabar de peatonalizar el centro con fondos de la UE, que hay que ejecutar sin demora. Después de derribar el polémico edificio inacabado del Garañón —que se prevé para próximas semanas— hay que reurbanizar esa zona en pleno corazón de la ciudad para convertirla en jardines. Hay otro debate abierto para cerrar definitivamente la circunvalación exterior de la ciudad, que financia la Xunta pero que el BNG no quiere porque afecta a un bosque. Y también está pendiente la reordenación de los transportes y de la estación de autobuses actual porque la intermodal de tren y autobús se va a empezar a construir este año. Tocan años de consenso entre los dos socios del bipartito.