Marta Fernández-Tapias y Luisa Piñeiro, principales candidatas para presidir la Diputación de Pontevedra con el PP
ELECCIONES 28M
El PSOE pierde el gobierno provincial al retroceder en todos sus partidos judiciales
30 may 2023 . Actualizado a las 15:38 h.El PSOE perdió terreno en las elecciones municipales en todos los partidos judiciales de la provincia de Pontevedra, y esa caída estructural le ha costado la Diputación. Los socialistas abrigaban la esperanza de conseguir la mayoría absoluta, pues solo mil votos en el área de Cambados le habían privado de ello hace cuatro años. Pero al PP le salió perfecta la estrategia diseñada para dar un susto a Carmela Silva.
El retroceso de la formación que dirige en la provincia David Regades fue de 30.492 votos, de los que el 61 % se computaron en Vigo ciudad. En su partido judicial, el PSOE bajó 20.000 votos, que le han costado dos diputados, asignados ahora uno al PP y otro al BNG. En la demarcación de Pontevedra, con 21 concellos, los apenas 400 votos perdidos le supusieron un escaño menos también, que de nuevo cayó del lado popular. Y la tercera variación determinante para que el PP recupere la institución provincial ocho años después se registró en el partido judicial de Tui, donde los más que notables resultados conseguidos por el alcalde de O Porriño, Alejandro Lorenzo, con 16 de 21 ediles, dejó al PSOE sin representación de la zona sur de la provincia en la Diputación y deshizo el empate de hace cuatro años. En esta ocasión, los populares contarán con dos escaños y el BNG con otro, que resiste de manera ajustada en su bastión de Tomiño.
En definitiva, 14 actas para el PP (+3), nueve para el PSOE (-4) y cuatro para el BNG (+1).
Con ese resultado, han empezado los movimientos entre los populares, presionando sobre todo desde Vigo para hacer a Marta Fernández-Tapias presidenta provincial. Pese a que no ha llegado a los seis concejales que se había marcado como meta la dirección gallega, sí ha cambiado el signo de declive de 12 años del partido en Vigo. La Diputación le daría una palestra desde la que discutir con Abel Caballero a un nivel institucional similar para los siguientes comicios locales, y ella conoce el mundo municipal, al haber sido con Rueda directora xeral de Administración Local.
Desde el PP no descartan una presidencia para su secretaria general provincial, Luisa Piñeiro, rehabilitada judicialmente tras haber sido condenada y luego absuelta en un caso de corrupción cuando era alcaldesa de Moraña. Sería una manera de recuperar su figura para la primera línea.
Tampoco está descartado el porriñés Lorenzo como opción más moderna. O tirar de regidores de entornos rurales como Jorge Cubela (Cerdedo-Cotobade) o José López Campos (A Estrada), alcaldes ambos fieles de Rueda.
Quien se ha autodescartado es Rafa Domínguez, el hombre que superó a Lores y el BNG en Pontevedra.
Carmela Silva, presidenta saliente de la Diputación de Pontevedra: «Para nada o esperaba. Tiven un erro de percepción»
«Yo la política la descubrí en la calle», dijo en una ocasión Carmela Silva (Vigo, 1960) al relatar su trayectoria vital. Ahora reconoce no haber sabido captar las señales que podían haberle anticipado que sus ocho años de presidenta de la Diputación de Pontevedra corrían peligro de llegar a su fin. «Para nada o esperaba. Tiven un erro de percepción», confesó ayer al valorar los resultados que la apartan de la institución provincial.
Nacer en la «Rusia Chiquita», el barrio vigués de O Calvario, encaminó a Carmela Silva en dirección al PCE primero, cuando cuidaba niños y trabajaba en una tienda de ropa, y al PSOE después, partido que le ha dado la oportunidad de ser concejala, diputada, senadora, teniente de alcalde, portavoz en el Senado, miembro de la ejecutiva federal y hasta ahora presidenta de la Diputación de Pontevedra, y ostenta el mismo cargo en la dirección del PSdeG.
Silva echó mano ayer del mismo hilo argumental que empleó en la noche del domingo Valentín González Formoso para tratar de explicar el retroceso socialista en la comunidad. El PSdeG perdió menos que el PSOE a nivel estatal, dijo él, y el de Pontevedra menos que el PSdeG, acuñó ella, en sendos intentos de sacarse presión. Silva tiró incluso del comodín de los caprichos de la ley d’Hondt para tratar de hacer ver en sus cuentas que el roto en representación institucional es mayor en su versión que en el recuento de votos. Hizo especial mención a los resultados de O Morrazo, no peores, sin embargo, que en el resto de la provincia, o en concreto que en los partidos judiciales de Tui, Cambados o Ponteareas, pero sobre todo en el de Vigo, donde la mayoría más que absoluta de Caballero opaca que el PSOE ceda allí dos de los cuatro diputados perdidos.
Es imposible cuantificar si los socialistas ceden votos en la provincia por la gestión de la Diputación. El PP solo sacó el caso del enchufe de la cuñada de Silva en una contrata municipal viguesa al final de la campaña, y de forma contenida. «Sentinme moi querida e respectada», afirmó en su despedida por culpa «dunha tormenta perfecta», la que ella no vio venir y que le encamina de vuelta al Concello, donde avisa que «son tenente de alcalde», aunque haya cedido el espacio que llegó a tener.