El BNG ganó en todas las mesas de Mazaricos salvo en Arcos, donde lo hizo el PP por 8 votos

Por un momento dio la sensación de que en Mazaricos nadie había ganado las elecciones. Mientras en el BNG se lamentaban por haber perdido un concejal —sus previsiones menos ambiciosas apuntaban a mantener los siete actuales—, en el PP consideraban un fracaso no terminar con la mayoría absoluta de los nacionalistas, y los del PSOE se entristecían por no lograr entrar en la corporación. Tampoco ocultaba una profunda decepción Javier González, candidato de Espazo Común —concurrió encabezando la lista de los socialistas en 2019— que, pese a lograr su acta de concejal, contaba con alcanzar un mayor apoyo vecinal.

Sí tuvo ese respaldo el equipo liderado por el alcalde en funciones, Juan José Blanco, que, pese a perder 239 votos en comparación con hace cuatro años, logró vencer en todas las mesas, a excepción de Arcos, donde ganó el PP por tan solo ocho papeletas.

Por su parte, la formación que encabezaba José Manuel Caamaño registró incrementos de sufragios en todos los puntos de votación e incluso logró apretar mucho los resultados en feudos en los que el BNG había ganado con cierta holgura hace cuatro años. Es el caso de Cives, donde la diferencia fue de tan solo tres votos, en Maroñas, por 31, o en Suevos, la segunda mesa con mayor número de electores, donde ambas candidaturas se quedaron a escasamente medio centenar de votos.

Tercera mayoría

Mención aparte merece la mesa de A Picota, que con 805 electores es la mayor del municipio —allí votan las parroquias de Corzón, Mazaricos y Os Vaos— y que, una vez más, respaldó de forma abrumadora a Blanco Riveiro brindándole un cómodo colchón para asegurarse su tercera mayoría absoluta. En ese colegio, obtuvo el 62 % de los votos emitidos, un porcentaje siete puntos inferior al del 2019, pero que duplicó ampliamente al obtenido por el PP.

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