El líder socialistas no solo tendría que recabar el apoyo de Podemos y sus marcas afines y de UP, con los que llegaría a 161 escaños, dos menos que la suma del PP y Ciudadanos
08 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Sánchez quiere repetir la fórmula que ha permitido gobernar a Antonio Costa. Entre ellos hay bastantes similitudes: ambos fueron elegidos líderes de sus partidos en el 2014, ambos perdieron claramente las elecciones y ambos no dimitieron tras la derrota. Pero existe una gran diferencia, en Portugal no hay partidos independentistas. El líder socialista luso solo tuvo que pactar con el Bloco, una especie de Podemos a la portuguesa, y los comunistas para desbancar al conservador Passos Coelho. No fue fácil porque el PCP nunca había apoyado a los socialistas en los últimos 40 años. No es un partido como IU o el PCE, sino que se define como «marxista-leninista, internacionalista y patriótico» y propone la salida de la OTAN, del euro y la nacionalización de la banca como algunas de sus banderas. Pero a pesar de las diferencias ideológicas, Costa lo logró. Como en el caso de Sánchez, le iba su futuro político en el envite. La alternativa era marcharse.
Necesita a los nacionalistas
El líder socialistas no solo tendría que recabar el apoyo de Podemos y sus marcas afines y de UP, con los que llegaría a 161 escaños, dos menos que la suma del PP y Ciudadanos. A partir de la segunda votación de investidura solo se requiere tener más síes que noes. Para alcanzar ese objetivo precisaría algunos votos a favor más, por ejemplo los 6 del PNV, y la abstención de ERC. Un escenario muy complicado de articular y de gestionar. Por tanto, Sánchez lo tiene aún mucho más difícil que su correligionario Costa.