Sánchez apela a los «decepcionados» con Podemos para que vuelvan al PSOE

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro VIGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Xoán Carlos Gil

«No les vamos a fallar», dice el líder socialista en su mitin en Vigo, en el que fue muy crítico con Pablo Iglesias

17 jun 2016 . Actualizado a las 09:40 h.

Pedro Sánchez desembarcó el jueves en Galicia decidido a construir un dique de contención en la provincia de Pontevedra, donde el PSOE más sufre el empuje de Podemos y de su marca gallega, En Marea, que podrían arrebatarle un escaño, según el CIS. El candidato socialista recorrió este territorio de punta a punta con un triplete de actos, en los que deslizó un único mensaje, que consistió en señalar con el dedo acusador a Pablo Iglesias por bloquear el cambio político y en pedir de nuevo la confianza de todos aquellos votantes que se puedan «decepcionados» con la formación morada y sus aliados: «Nosotros no les vamos a fallar», remarcó en el mitin central en Vigo.

En realidad, la munición contra Pablo Iglesias y En Marea ya la tenía preparada Pedro Sánchez cuando al mediodía pisó Pontevedra para presentar el programa socialista en materia de agricultura y pesca. El escenario escogido, el salón del Café Moderno, se le quedó corto y tuvo que acabar improvisando una intervención en la calle, donde atacó, en clara referencia a Podemos y En Marea, a «aquellos que prometen una cosa y defraudan a sus votantes» al permitir que Mariano Rajoy continúe de inquilino de la Moncloa.

No se olvidó el dirigente socialista que estaba pisando la ciudad de referencia de Rajoy, la que lo declaró persona no grata por la prórroga de la concesión a Ence. Y por eso llamó a ponerle «punto y final» a Mariano Rajoy, al que tildó de político previsible, porque «previsiblemente», dijo, hará nuevos recortes en las políticas socialistas y continuará de brazos cruzados ante los casos de corrupción.

Socialismo de «catálogo»

Pero el grueso se las críticas se las dedicó Sánchez al líder de Podemos y a todo lo que representa. Empezó cuestionando que ahora se defina como socialdemócrata. «El socialismo ni se compra ni se vende por catálogo», reprobó el candidato socialista, en alusión al formato del programa electoral de Unidos Podemos. Bromeó con los bandazos de Iglesias, al subrayar que cuando está con Íñigo Errejón «se define como peronista», cuando está con Alberto Garzón «es comunista», con Teresa Rodríguez «es anticapitalista» y ante alguien del PSOE se define como socialista. «A pesar de no usarla, cambia muchas veces de chaqueta ¿no?».

Por la noche, en Vigo, continuó con el azote a Podemos, amplificado en este caso por las intervenciones de Abel Caballero y de Carmela Silva, también muy críticas con las mareas. No eludió replicar a una de las cuestiones que marcó la agenda del día, cuando Pablo Iglesias confesó que su presidente «favorito» de la democracia era Rodríguez Zapatero, con el que dijo mantener una buena relación y le pedía consejo. «Cuando pudo -objetó Sánchez sobre Iglesias-, votó en contra de un presidente socialista».

Al igual que hiciera en el debate a cuatro, Sánchez realizó un ejercicio de explicar las cosas que podían estar en marcha si Podemos no frustrara su expectativa de ocupar la Moncloa. Aludió a medidas concretas, tanto en Pontevedra como en Vigo, de apoyo a la flota pesquera del cerco, o a la limpieza de las rías. Y citó también la revisión de la prórroga a la pastera Ence, palabras que fueron coronadas con una gran ovación en la capital del Lérez.

Puso de relieve el candidato socialista que, cuando se debatió su investidura, los diputados de En Marea tuvieron la opción de «elegir» entre decantarse por los intereses de Galicia o por los de Pablo Iglesias. «Y optaron por el interés particular de Iglesias», dijo, tildando de este modo a En Marea de mera «sucursal».

«Melancolía inútil»

Todo argumentario empleado contra Iglesias y En Marea tenía un único objetivo, el de pedir el regreso de aquellos que abandonaron al PSOE para mirar las nuevas fuerzas, porque «nosotros no les vamos a fallar», insistió Sánchez. También marcó distancias con el PP, hasta el punto de calificar de «ejercicio de melancolía inútil» la posibilidad de votar a Rajoy, pues dijo estar convencido de que no será presidente.

Las apelaciones a la raza socialista y a la movilización de su electorado fueron constantes también en las intervenciones del líder del PSOE. Se dirigió de un modo muy concreto a «los viejos socialistas» y a las «mujeres», porque valoran las conquistas sociales y por la igualdad realizadas en este país.

Caballero: «En Vigo no duerme nadie en la calle; en A Coruña, en Santiago, sí»

La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, fueron los encargados de poner toda su vehemencia ayer como teloneros de Pedro Sánchez en el mitin de Vigo, donde también intervinieron Fernández Leiceaga y Lola Galovart, cabeza de lista al Congreso, pero no Abel Losada, cabeza de lista al Senado, que resultó elegido el 20D al ser superado el PSOE por En Marea.

Abel Caballero hizo discurso de su experiencia en la alcaldía para cargar contra los dos principales adversarios del PSOE: el PP y «las mareas», como llama a los socios gallegos de Podemos. Reivindicó la política social del gobierno olívico o las becas a estudiantes para estudiar inglés con ejemplos muy gráficos: «En Vigo no duerme nadie en la calle; en Madrid sí, en Barcelona sí, en A Coruña y en Santiago, sí», señaló el alcalde, dejando entrever que esta también era una de las razones por las que Pablo Iglesias «quisieron parar» a Pedro Sánchez, porque iba a hacer lo mismo para toda España.

Leiceaga se estrena en Vigo llamando a Feijoo «contable sen alma»

En los mensajes difundidos por el PSOE de Vigo no figuraba como participante del mitin junto a Pedro Sánchez, pero, al final, el candidato de los socialistas a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, consiguió debutar en una ciudad que le fue hostil durante las primarias socialistas y lo hizo pronunciando un discurso que fue vitoreado al grito de «presidente, presidente». Leiceaga dijo que hacer a Sánchez presidente «é a garantía para que a Galicia coa que soñamos sexa realidade no futuro». Cargó de forma especial contra quien será su adversarios en las autonómicas de otoño, Núñez Feijoo, al que tildó de «gobernante insensible». «É -insistió- un contable sen alma» más preocupado por resolver el déficit que el sufrimiento de miles de personas, dijo.