Sánchez anticipará a los barones que el rechazo a Rajoy y al PP es innegociable

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ELECCIONES 2016

Javier Zorrilla | EFE

Advierte a los populares que deben buscar apoyo en las fuerzas de centroderecha

05 jul 2016 . Actualizado a las 10:14 h.

La negativa del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy no es retórica. Los socialistas votarán en contra del candidato del PP en las votaciones en el Congreso, y no se explican que desde el PP se diga que van a esperar a que se celebre la reunión del comité federal del próximo sábado, porque nada va a cambiar en la postura negativa. Este es el mensaje que Pedro Sánchez va a transmitir hoy a Idoia Mendia, la secretaria general del Partido Socialista de Euskadi, que será la primera interlocutora del secretario general en la ronda de contactos con los líderes territoriales antes de la cita del sábado.

El máximo órgano de dirección del PSOE fijará la estrategia ante la investidura de Mariano Rajoy y fuentes de la dirección socialista anticipan que no van a facilitarla. Un planteamiento que choca con el compromiso del propio Sánchez y de muchos otros dirigentes del partido de que no van a forzar que haya unas terceras elecciones, que serían irremisibles si, como le ocurrió al líder socialista en marzo, Rajoy no logra la investidura.

El PSOE defiende que el candidato del PP debe intentar construir una mayoría parlamentaria con las fuerzas de una ideología afín. Los socialistas colocan en la órbita del pensamiento popular a Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Convergència Democrática. En total, 181 diputados, más que suficientes para lograr ser investido presidente del Gobierno en la primera votación con mayoría absoluta. El problema es que de esas cuatro fuerzas solo los nacionalistas canarios, que cuentan con una diputada, han mostrado cierta predisposición a respaldar al candidato popular. Ciudadanos siempre ha condicionado el apoyo al PP a que Rajoy no sea el aspirante, y Albert Rivera asegura que no han cambiado de opinión. El PNV, como demostró ayer, tiene una «agenda vasca» inasumible para los populares. Convergència pone por delante su hoja de ruta soberanista. Los socialistas, sin embargo, emplazan a Rajoy a que lo intente y se quejan, con sorpresa, de que el presidente en funciones no haya dado hasta ahora más paso conocido que el de ponerse en contacto con Coalición Canaria, a cuyos líderes recibirá hoy en la Moncloa. 

La llamada

Fuentes próximas a Sánchez señalaron que cuando Rajoy llame a su líder, este atenderá su deseo de reunirse, pero solo por cortesía parlamentaria, porque la negativa a su investidura no va a cambiar, y así lo ratificará el comité federal del PSOE. No entienden, por tanto, que el candidato y el PP fíen a que el máximo órgano de dirección del partido cambie de criterio y se decante por la abstención. El no a Rajoy, ratificaron estas fuentes, es compartido por todos los socialistas.

El secretario general detallará este análisis a los jefes territoriales de su partido, con los que empezará a reunirse desde hoy hasta el viernes. Tras Mendia será el turno de la responsable del Partido Socialista de Madrid, Sara Hernández. Mañana pasará por el despacho de la calle Ferraz de Madrid el líder de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que mantiene una fría relación con Sánchez desde la negativa del líder del partido a formar candidaturas conjuntas al Senado con Podemos en las pasadas elecciones.

La férrea negativa casa mal con la posibilidad de una abstención a última hora apuntada por algunos dirigentes, como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y veteranos exministros como Josep Borrell o Ramón Jáuregui. Pero la consigna socialista es ni agua a Rajoy ni al PP, y la gran mayoría de los líderes territoriales la siguen a pies juntillas, Ayer, sin ir más lejos, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, emplazó al candidato popular a «ponerse a trabajar» y que «mueva ficha», porque no puede descargar «en los hombros del partido que ha perdido las elecciones su responsabilidad». Hasta el pragmático Miquel Iceta, primer secretario del PSC, subrayó que «hoy por hoy la posición del PSOE es clara, no le votaremos ni nos abstendremos».

Socialistas catalanes y andaluces vuelven a la gresca por sus diferencias sobre la cuestión territorial

Las elecciones no han dado apenas tregua para reconducir las relaciones del PSC y el PSOE andaluz, que han vuelto a enredarse a cuenta del tema catalán y los matices que ambos extraen de la Declaración de Granada, el acuerdo en materia territorial que los socialistas suscribieron en el 2014. En una carta publicada en la prensa, el diputado del PSC Carles Castillo pidió ayer respeto y huir de las «imposiciones e intransigencias». En concreto, critica que, mientras el PSOE defiende el Estado plurinacional y federal, los pronunciamientos desde Andalucía parecen querer «ignorar realidades que están ahí» e «imponer una visión de España». La respuesta de Juan Cornejo, número 2 de los socialistas andaluces, fue instantánea. «La postura territorial es clara» y por tanto «da igual lo que diga un compañero, o dos, del PSC», dijo.

Con el título de Querida compañera Susana, el diputado del PSC por Tarragona expresa su «desacuerdo» con la imagen que Susana Díaz parece transmitir sobre el «tema catalán». Y es que la andaluza no ha ahorrado criticas durante la pasada campaña, en la que calificó de «intento de trocear la riqueza» de España la propuesta de una hacienda propia o cargó contra los «peajes y desvaríos independentistas». El diputado catalán se muestra directo. «Ya sé que decimos lo mismo, pero ¿por qué cuando lo escuchamos de vuestra boca nos suena a que estamos negando la necesidad, asumida por todos y todas, de un nuevo pacto territorial?», dice. Castillo apela a que la declaración de Granada , hoja de ruta territorial del PSOE, defiende que España es un Estado plurinacional y federal y explica que, para él, «Cataluña es objetivamente una nación, y eso, lejos de significar menos España, implica una mejor y más rica, más segura de sí misma».