Leiceaga convoca a los gallegos a un cambio «tranquilo e responsable»

Lonja de A Coruña, A Estrada, Cuntis, Ponteareas, Gondomar, Tui, Redondela, Pontevedra y Santiago, con mítines en las últimas cuatro localidades y con la presencia de Pedro Sánchez en todas ellas. Esta fue la traca final que ayer soltó el candidato socialista a la presidencia de la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, para pedir en cada acto a sus simpatizantes un último esfuerzo que haga posible un cambio «seguro, tranquilo e responsable», dijo, que le permita a los gallegos derrotar a Feijoo en las urnas y «abrir as portas» a su futuro.

Esta fue la foto final de la campaña del PSdeG, que ayer concluyó con una concurrida fiesta en la Alameda de Santiago, en la que el propio Leiceaga acabó botando al ritmo de la música tradicional. Una campaña electoral que el partido preparó en tiempo récord, debido al adelanto técnico de las autonómicas, y en la que el candidato tuvo que batirse el cobre para darse más a conocer y vencer algunas dificultades, como los chispazos provocados en su partido con la elaboración de las listas o las constantes interferencias con el debate de la ingobernabilidad de España.

Y es que si en algo se empeñó el economista compostelano fue en centrar su discurso en Galicia para evitar que su campaña se convirtiera en un campo de batalla de la política española. Es como si pusiera un centinela en el Padornelo para evitar que se hablara de lo que ocurre al otro lado. No siempre lo logró, porque la insistente presencia de Pedro Sánchez en Galicia -participó cinco días en la campaña, acompañado siempre por Leiceaga- acaparó buena parte de los focos y fue tiempo perdido para hablar de las propuestas del candidato para la Xunta.

Otro aspecto que marcó la campaña del PSdeG fue el empeño de su candidato en hacerla pivotar sobre su programa, que combina las recetas para la reactivación del tejido económico con la reconstrucción del sistema de protección social. Cada propuesta y cada compromiso asumido a las puertas del 25S lo hizo acompañar de una valoración económica. La restitución de la gratuidad de los libros de texto, 20 millones de euros. La supresión del copago para los pensionistas, 65 millones de euros. La contratación de 2.500 profesores y 1.500 profesionales de la sanidad, otros 100 millones.

Entre los retos que afrontó estos quince días estuvo el mitin de Vigo, donde tuvo que verse las caras con Abel Caballero, quien había recibido con hostilidad su elección como candidato. Leiceaga logró superar la prueba, pues en Vigo fue vitoreado con más vehemencia que el propio alcalde. Pero eso no significa nada. Los problemas siguen ahí, aparcados hasta después de las elecciones.

De momento, ayer tocaba soltar la traca final. Y el PSdeG difundió un manifiesto firmado por 31 profesores de Economía en favor de Leiceaga, entre los que figuran Touriño y Laxe, mientras Pedro Sánchez se plantó de nuevo en Galicia para arrastrar a los simpatizantes a los mítines y emplazarlos a que el domingo le saquen «tarjeta roja» del PSOE a Alberto Núñez Feijoo.

Treinta profesores de Economía respaldaron ayer al candidato con un manifiesto

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