«Nuestro cambio no da miedo a nadie»

ALBERTO SURIO BILBAO

ESPAÑA

VINCENT WEST

Nicolás Redondo Terreros, candidato del PSE a la presidencia del Gobierno vasco Nicolás Redondo, el candidato socialista a «lehendakari», pide un café para combatir el frío minutos antes de un acto en el Kursaal, enfundado en «una chaqueta que no sé si es de invierno o de verano». El aspirante del PSE se lanza a su segundo asalto a Ajuria Enea con un mensaje moderado de cambio, convencido de que «Euskadi ha cambiado profundamente» y de que «el nacionalismo debe pasar a la oposición». El único candidato que puede ser alternativa a Mayor e Ibarretxe se hizo socialista a los 17 años, cuando su padre estaba exiliado en Francia y se citó con Enrique Múgica para darle una maleta con muda limpia.

08 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La entrevista se realiza el mismo día que los zaragozanos dan el último adiós a Giménez Abad, el presidente del PP de Aragón. -ETA ha vuelto a asesinar. Un giro perverso para la campaña electoral. -Por desgracia, ETA ha vuelto a romper de forma dramática una estrategia de desmemoria y olvido de lo que han sido estos dos últimos años de asesinados, amenazados, escoltados y exiliados; de falta de libertad, miedo, impunidad y exclusión de los no nacionalistas. Y todo ello, con un PNV que ha querido narcotizar la campaña ocultando su faceta radical. Es más necesario que nunca el cambio. -Usted pide que el nacionalismo pase a la oposición y Felipe González reclama el reencuentro democrático con los amigos del PNV. ¿No hay contradicción de mensajes? -Hay muchas voces en el PSOE, la de González es muy cualificada y vino a decir que había que recuperar la unidad democrática, lo mismo que vengo diciendo yo. Y emplazó al nacionalismo para que contestara si tiene la gallardía suficiente para decir que sí a la unidad democrática. Eso lo digo yo. El resto es especular. -Y también dijo que el desencuentro entre nacionalistas y no nacionalistas es la gran victoria de ETA... -Sí, ETA llevó al PNV donde quiso y éste está donde quiere el terror. Por eso dijo que el PNV tenía que corregir su estrategia. Quien ha roto esa malla de complicidad democrática ha sido el PNV, que quiso desbordar el marco del Estatuto como precio político para el final del terrorismo. -¿No cree que todavía hay sectores que tienen miedo al cambio político? -No lo creo. Va a haber una cantidad de votos tan impresionante que mucha gente se va a quedar sorprendida. Todas las encuestas dan más a los parlamentarios constitucionalistas. El cambio que yo propongo no da miedo a nadie, excepto a ETA y a EH. Nosotros vamos a hacer un cambio tranquilo, sin revanchas y sin olvidos. Queremos libertad y convivencia. Nadie puede decir que vamos a provocar una involución, que vamos a hacer retroceder el autogobierno o el euskera. Nosotros queremos liderar el cambio después de un período tan negro como el de Ibarretxe. -Su problema es que muchos electores socialistas votan en las generales, pero luego no responden en las autonómicas... -A esos electores les repetiría lo que les dijo Felipe. Estas elecciones autonómicas son más importantes que unas generales porque está en juego el futuro en libertad de ellos y de sus hijos.