Zapatero consigue un partido a su medida

ESPAÑA

El líder socialista ha conseguido desarrollar durante su primer año de mandato los puntos fundamentales de su proyecto de cambio Un año después de su llegada a la dirección del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero ya ha conseguido desarrollar los puntos fundamentales de su proyecto de cambio. Esa conclusión se desprende del análisis de sus dos primeros discursos como secretario de los socialistas: el que pronunció en la clausura del 35 congreso hace justo un año y su primera intervención ante sus parlamentarios, el 5 de septiembre del 2000. «Una oposición no es la exaltación del ruido y la furia, no practicaremos ni la crispación, ni la infamia, ni la injuria, no buscaremos la destrucción de nuestros adversarios», dijo el líder socialista hace doce meses.

22 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Un año después, la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) confirma que Zapatero ha logrado su objetivo: el 57,4 por ciento de los españoles considera que el PSOE realiza una oposición bastante o muy constructiva. Otro de los compromisos adquiridos por Zapatero en el cónclave fue el de «colaborar» con los sindicatos. Desde septiembre, los socialistas mantienen reuniones permanentes con UGT y CC OO. La dirección socialista abrió el diálogo con las centrales sindicales antes de presentar su proyecto de reforma laboral e incluso incorporó algunas de sus iniciativas. En el mismo terreno, el secretario general se comprometió a elaborar políticas contra la siniestralidad laboral, que consolidó en su proyecto de ley de reforma del mercado de trabajo con una serie de medidas específicas. Además, ante el plenario del Grupo Parlamentario Socialista Zapatero se comprometió a «intentar conseguir en poco tiempo una nueva y gran unidad de todos los demócratas frente a la violencia y la barbarie terrorista». El Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo firmado con el Gobierno del PP es la materialización de ese compromiso, si bien es cierto que el pacto fue rechazado por el resto de fuerzas políticas. Otra promesa ejecutada fue «un gran acuerdo global entre la inmensa mayoría de las fuerzas políticas y, especialmente, entre la principal de la oposición y el Gobierno para impulsar la reforma de la Justicia». Fue el segundo gran pacto de Estado firmado por Zapatero.