El Gobierno apoya al dimisionario líder de los socialistas vascos, mientras aumentan las críticas a la gestora El dimisionario secretario general del partido socialista vasco, Nicolás Redondo Terreros, dio plantón ayer por segunda vez en una semana al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. La reunión, en la que se planteará si Redondo se presentará a la reelección en el próximo congreso extraordinaro del PSE, podría celebrarse hoy. El PP echó más leña al fuego de la crisis socialista, al alabar varios de sus dirigentes la labor realizada por Redondo contra el terrorismo y en defensa de la Constitución.
09 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Rodríguez Zapatero ya ha anunciado que no pedirá a Redondo que no se presente de nuevo al cargo, pero la Ejecutiva federal no es partidaria de que concurra otra vez. El líder del PSOE sí le pedirá que siga en su actual puesto de Madrid como responsable de Relaciones Institucionales de la Ejecutiva, oferta que es previsible que Redondo acepte. El PP, por su parte, mete cizaña apoyando al dimisionario. Tanto Arenas como el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, se deshicieron ayer en elogios al líder saliente del PSE, al tiempo que advirtieron a Zapatero que, sea quien sea el nuevo líder socialista vasco, esperan que «siga creyendo en los principios y valores del pacto contra el terrorismo». Mientras, arrecian las críticas a Ramón Jáuregui, responsable de la gestora, que hoy celebrará una nueva reunión. Así, el líder del PSE de Álava, Javier Rojo, le acusó de no actuar con neutralidad, y el alcalde socialista de Baracaldo, Carlos Pera, denunció las «prácticas carroñeras o maniobreras» de «algunos miembros» de la Ejecutiva Federal del PSOE. Además, las agrupaciones socialistas de Vizcaya reclamaron un cambio radical: que quienes forman parte de la gestora preparatoria del congreso no se puedan presentar a la secretaría general.