El Gobierno será riguroso con la Ley de extranjería para evitar el «efecto Le Pen»

MAGIS IGLESIAS MADRID

ESPAÑA

El PP atribuye el resultado de las elecciones francesas a la «permisividad» con la que trató el problema el socialista Jospin El Gobierno cree que en España es imprescindible hacer una aplicación rigurosa de la Ley de Extranjería y articular todas las medidas necesarias para frenar la inmigración ilegal con el objetivo de conjurar el riesgo de que, en un futuro, puedan aparecer brotes de xenofobia o racismo como los que representa el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen en Francia. El Ejecutivo estima que la solución preventiva está en el control de los flujos migratorios y la integración de los extranjeros en situación regular, lo que permitirá impedir la aparición de guetos y el crecimiento de las bolsas de marginación social.

27 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Dirigentes de la formación en el Gobierno reconocen que no se está aplicando, en todo su rigor, la Ley de Extranjería por la que el anterior ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se enfrentó a duras críticas de la oposición. «La lucha contra la inmigración ilegal es mejorable», admite el secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas. El departamento que dirige Mariano Rajoy alega dificultades insuperables para la repatriación de inmigrantes ilegales procedentes del África subsahariana, donde la mayoría de los países se niegan a readmitir a sus nacionales y no existen convenios de repatriación para obligarles a hacerlo.