Goya en tres dimensiones

Pablo Carballo redac.madrid@lavoz.com

ESPAÑA

J. J. GUILLÉN

El Escorial añade a su actividad veraniega una exposición de esculturas en la calle

05 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Galería urbana San Lorenzo del Escorial es casi un hervidero cultural durante el verano. Allí, al fresquillo que regala la sierra y compartiendo protagonismo con los célebres cursos de verano, se inauguró ayer una singular exposición de esculturas que convierte la localidad en una gran galería de arte a lo largo de todo el mes. La muestra colectiva, titulada Mínimo tamaño grande -de entrada, da que pensar-, consta de 48 obras escultóricas integradas en el paisaje urbano. Se mostraba satisfecho con la idea el alcalde, José Luis Fernández Quejo, quien resumió en dos puntos el sentido de la iniciativa: «Acercar el arte a la calle y ampliar la oferta cultural de San Lorenzo durante el verano». El mandatario no dudó al escoger su obra favorita: Fusilamiento del 3 de mayo. Como se observa en la fotografía, se trata de una curiosa réplica tridimensional del conocido cuadro de Goya y es además la escultura de mayor tamaño de cuantas uno puede observar mientras callejea por el pueblo. El juez y el académico Tal paseo puede ser una buena terapia relajante después de asistir a las sesudas sesiones de conferencias que se imparten en los cursos de verano. Entre quienes ayer participaron en estas jornadas se encontraban el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón (¿nunca descansa este hombre?) y el escritor y académico de la Lengua Antonio Muñoz Molina, con aspecto veraniego y un pelín acalorado. Extraña pareja que compartió mesa con el político Nicolás Redondo Terreros en lo que fue la sesión inaugural del curso titulado Terrorismo en la era de la globalización. Zanjar la polémica La bailaora Merche Esmeralda salió ayer al paso de quienes habían sugerido que había algo extraño detrás de la cancelación de su actuación en los Jardines de Sabatini de Madrid, el pasado 21 de julio. La artista emitió un comunicado en el que explicó que el único motivo de la suspensión del espectáculo fue una baja médica. Para constatarlo, presentó también un certificado médico que detalla la lesión que sufrió, respondiendo así a las acusaciones del empresario Alejandro Colubi, quien aseguró que la suspensión le había obligado a devolver 12 millones de pesetas en entradas. La Esmeralda aprovechó para anunciar su reincorporación a la compañía Juan Carlos Santamaría para representar en el Teatro Nuevo Apolo su montaje sobre la obra El amor brujo, de Manuel de Falla: buena oportunidad para la reconciliación.