España dice adiós a Mostar

C. Calvar MADRID

ESPAÑA

EVE

Por la ciudad bosnia han pasado más de 30.000 soldados en 15 años

28 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Mostar, la ciudad multiétnica ubicada entre montañas a orillas del río Neretva, es el único lugar del mundo que ha marcado a una generación de militares españoles. Asediada y convertida en ratonera para su población musulmana por sus vecinos de origen serbio y croata, vio desfilar por sus calles a más de 30.000 soldados españoles en 15 años. Raro es el oficial que no ha ido a Mostar, son muchos los que han repetido y 20 soldados dejaron allí su vida. Los primeros cascos azules españoles llegaron a la ciudad en 1992 con la misión de organizar y escoltar los convoyes de ayuda humanitaria que las organizaciones no gubernamentales distribuían a lo largo de la ruta de la muerte, en el valle del Neretva. En aquella época, sobre la capital de Herzegovina caían aún todos los días los cohetes que sus sitiadores lanzaban a los residentes desde posiciones privilegiadas en las montañas vecinas. Aquellos ataques mataron a miles de personas y destruyeron en 1993 el viejo puente de piedra del siglo XVI, que unía los barrios cristiano y musulmán.?Desde esos sucesos hasta hoy han pasado por Mostar 37 agrupaciones del Ejército bajo mando de las Naciones Unidas, la OTAN y la Unión Europea; el número de tropas extranjeras se ha reducido a medida que la paz volvía a sus calles y el viejo puente fue reconstruido como símbolo de reconciliación entre las distintas etnias. En toda Bosnia fue un camino difícil, regado por la sangre de muchos civiles y soldados de distintas nacionalidades y confesiones. Veinte fallecidos La plaza de España en Mostar, levantada donde estuvo la línea del frente y rodeada aún por varios edificios fantasma, fue escenario esta semana del acto de disolución de la agrupación táctica Salamandra, compuesta por soldados de España, Francia, Italia y Alemania. Su liquidación obedece a la orden de la Unión Europea de reducir el número de soldados en la zona de 6.000 a 2.500 y para España supone abandonar la ciudad y limitar su presencia en Bosnia-Herzegovina a la capital, Sarajevo.?En ese acto de despedida, junto al monumento que tiene grabados los nombres de los 20 soldados españoles y el traductor fallecidos en el país balcánico, el general jefe de la agrupación multinacional disuelta, el italiano Silvio Biagini, recordó a todos los militares que sirvieron en la ciudad, en especial a los que dejaron su vida allí. El repliegue no será inmediato. Unos 130 efectivos permanecerán durante un mes en el destacamento de la ciudad, llamado Base Europa, para desmontar y enviar a casa los casi 500 contenedores que, durante todos estos años, alojaron los miles de militares españoles que contribuyeron a pacificar esta región.