El jefe de la red mafiosa de Coslada guardaba en su casa armas y dinero

E. C.

ESPAÑA

Puestos en libertad con cargos siete de los 26 policías locales detenidos en la operación Bloque

10 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Ginés Jiménez Buendía, el jefe de la Policía Local de Coslada y presunto cabecilla de la red de agentes corruptos que extorsionaban a inmigrantes y dueños de bares, guardaba en su casa varias armas cortas no registradas y tres carabinas. La policía que registró sus propiedades se incautó también de 18.000 euros, que podrían proceder de las extorsiones del grupo mafioso que comandaba, conocido como el Bloque.

Siete de los 26 detenidos en la primera fase de la operación Bloque han quedado en libertad con cargos, a la espera de declarar ante el juez Eduardo Cruz. Los otros 19 policías, que siguen incomunicados, han sido interrogados por agentes especializados en crimen organizado y de la Policía Judicial. Tratan de comprobar si la red de corrupción se extendió a las localidades próximas de Arganda y Loeches. La trama se destapó hace dos meses, cuando cinco meretrices de una red de prostitutas rumanas revelaron a agentes de la Policía Nacional que Ginés Jiménez y los suyos les ordenaban mantener relaciones sexuales sin pagar y les exigían dinero para no denunciarlas.

El PP pidió ayer responsabilidades al alcalde socialista de Coslada, Ángel Viveros, que aseguró que no actuó contra su jefe de la Policía Local porque no tenía pruebas ni indicios. El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, le exigió que «no escurra el bulto», explique qué sabía de la trama de corrupción y si evitó la suspensión de un policía municipal, militante socialistas, acusado de un delito de pornografía infantil. El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, también pidió explicaciones a Viveros por ocultar el caso del agente «implicado en una trama de pederastia». El vicepresidente Ignacio González declaró que el alcalde debe asumir su «responsabilidad directamente, como jefe superior de la policía».

María Teresa Fernández de la Vega dijo que las detenciones «demuestran que el Estado de derecho funciona». Por su parte, José Blanco recordó que un alcalde socialista, Juan Granados, suspendió a Jiménez, que luego fue absuelto y repuesto en su cargo por los tribunales.