«Los bilbaínos nacemos donde nos da la gana y yo nací con mucho orgullo en una aldea de Galicia». Ares se vale de esta expresión de su ciudad de adopción para expresar que se siente «muy bilbaíno», pero tiene muy presentes sus orígenes. «Me siento un bilbaíno nacido en Galicia, que tiene muchas raíces allí», señala. Aunque sus biografías oficiales señalan que nació en Ourense, concretamente lo hizo en Pena do Souto, una aldea del municipio de Riós. Vivió allí hasta que a los 13 años se desplazó con sus padres a Bilbao, donde se instalaron en el barrio de Otxarkoaga. «Buscaban mejores oportunidades de trabajo para mejorar y para mí», señala. «Tengo un cariño especial a Galicia y voy todos los años un par de veces, en el verano paso una semana en la casita que tienen mis padres», afirma. Además, dos tíos maternos continúan viviendo en tierras gallegas.
Estudió maestría industrial, aunque su madre quería que hiciera una carrera, y desde muy joven se dedicó a la política.
A Ares le han llamado maqueto, término acuñado por Sabino Arana para referirse a los inmigrantes. «Es verdad que ha habido gente que ha pretendido insultarme llamándome maqueto, queriendo demostrar una cierta superioridad o identificación con el País Vasco, pero se descalificaban a sí mismos», afirma. «A mí nadie me va a dar lecciones de cómo defender Euskadi, porque he dedicado toda mi vida a defender los intereses de la ciudadanía vasca», añade.
El día que tomó posesión, tuvo un recuerdo especial para sus padres -«por su esfuerzo para que pudiera ser lo que soy»-, su mujer, sus hijos y los tíos que se quedaron en Galicia a cuidar a su abuela. Y, por supuesto, de «todos mis compañeros asesinados por ETA y de todas las víctimas del terrorismo, a las que hay que rendir homenaje permanente». El año pasado se supo que los etarras tenían en su poder la llave del portal de su casa. «Llevo casi 29 años con escolta, he aparecido con mi nombre y apellido como objetivo en los comunicados de ETA; uno se acostumbra a este tipo de noticias», afirma. «Yo voy con mucha protección, los verdaderos héroes en Euskadi son los que viven en pueblos pequeños y lejanos, son concejales del PSE o del PP o participan en asociaciones ciudadanas, pacifistas, que día a día defienden, incluso por encima de sus ideas políticas, la democracia, la libertad, y plantan cara a ETA y a quienes la amparan y justifican. Esa es la gente a la que tenemos que poner de ejemplo», asegura.