La visita a Gibraltar de Moratinos corona cinco años de diálogo sin hablar de soberanía

Efe

ESPAÑA

El acto tendrá lugar el martes.

20 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La visita que mañana realizará a Gibraltar el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, es el colofón a la política de cooperación y diálogo entablada en los últimos cinco años con la colonia y el Reino Unido en los que la discusión sobre la soberanía ha quedado a un lado.

La llegada del PSOE al poder abrió una nueva página en las relaciones con el Gobierno británico y su colonia, después de dos años de inacción que sucedieron a las últimas negociaciones sobre soberanía que se desarrollaron en el 2002. En aquel entonces, el ex ministro de Exteriores del PP, Josep Piqué, estuvo a punto de cerrar un acuerdo con el Reino Unido para que España compartiera la soberanía del Peñón, en litigio desde la ocupación británica en 1704.

Desvanecido este posible pacto, la política hacia la colonia en el último lustro ha estado marcada por el Foro de Diálogo, creado en diciembre del 2004 para impulsar la cooperación y consensuar medidas en favor de la población del Peñón y de la comarca del Campo de Gibraltar. La primera reunión ministerial tuvo lugar en Córdoba, en septiembre del 2006, y se saldó con un resultado calificado de «histórico» por los acuerdos sobre el uso del aeropuerto del Peñón, el pago de pensiones a españoles empleados en Gibraltar, la mejora del tránsito de la verja y la modernización de las telecomunicaciones.

El período de colaboración y diálogo no ha estado exento de desavenencias en áreas como la cooperación marítima, por el pleito sobre las aguas territoriales que España niega al Peñón. Accidentes como el del buque chatarrero New Flame, en el 2007, o conflictos de competencias entre patrulleras de la Guardia Civil y guardacostas gibraltareños han dado pie a desencuentros que se pretenden solventar ahora, aunque dejando abierta la disputa jurisdiccional de la costa.

Aunque las conversaciones sobre la soberanía avaladas por la Declaración de Bruselas de 1984 permanecen congeladas, España sigue defendiendo ante la ONU la descolonización. Frente a esta demanda, las autoridades de Gibraltar reivindican el derecho a que sus 30.000 habitantes decidan el futuro de la última colonia europea.