Flanqueada por proclamas públicas de denuncia contra la corrupción, la presidenta del Parlamento balear, María Antònia Munar, acudió ayer en Palma a declarar como imputada por el caso Can Domenge, en el que, entre otros delitos, se investiga una presunta malversación y prevaricación. Munar permaneció en el interior de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Baleares por espacio de más de dos horas. A su salida, la dirigente de Unió Mallorquina alegó que tener responsabilidades en política «implica en algún momento tener algún problema», ya que cualquier ciudadano puede querellarse contra las resoluciones que adoptan los cargos públicos. Por ese motivo, consideró que los políticos «tienen la pena del telediario», en referencia a la expectación y seguimiento mediáticos que generan.
La dirigente nacionalista fue imputada a raíz de la denuncia presentada por la empresa Núñez y Navarro contra el proceso de adjudicación de unos terrenos por parte del Consejo de Mallorca en el 2005. Entonces, Munar era presidenta de esta institución con el apoyo del PP. La constructora se querelló tras no obtener el concurso, pese a que ofreció el doble que la adjudicataria, la UTE formada por Sacresa y Ferrà Tur.
En el caso Can Domenge están imputados otros dos políticos de Unió Mallorquina, uno de ellos, Miquel Nadal, actual consejero de Turismo del Gobierno balear. La formación política regionalista mantiene actualmente un pacto de gobernabilidad con el PSOE y con el Bloc per Mallorca. También ha declarado como imputado el dirigente del PP Fernando Rubio, que en la pasada legislatura era portavoz popular en el Consejo de Mallorca y votó a favor de la concesión.
A su llegada al tribunal, Munar fue recibida con abucheos por varias personas, que acompañaron sus protestas con carteles en los que se podían leer consignas como «No más corrupción» o «Munar, dimisión».
Otro grupo, encabezado por dirigentes de Unió Mallorquina, aplaudieron a la imputada. La presidenta del Parlamento declaró sentirse arropada por la dirección de su formación política.