Los discursos de la defensa han sido menos vehementes tras la advertencia que el presidente del tribunal para que centren sus críticas en «cuestiones y matices estrictamente jurídicos»
04 oct 2010 . Actualizado a las 22:00 h.Los abogados que han tomado hoy la palabra en el juicio del caso Malaya han moderado el tono en sus exposiciones y han insistido en los defectos del procedimiento y las detenciones injustificadas y sorpresivas para reclamar diversas nulidades, así como en la prescripción de algunos delitos.
Los discursos han sido menos vehementes que en las dos primeras jornadas de la vista oral, tras la advertencia que hizo el pasado martes el presidente del tribunal, José Godino, a las defensas de los procesados para que centren sus críticas en «cuestiones y matices estrictamente jurídicos» y eviten «cualquier tipo de descalificación personal que a nada conduce».
Entre los argumentos empleados por los letrados en la fase de cuestiones previas para demandar la nulidad de la causa destacan la vulneración de derechos fundamentales, la falta de imparcialidad del instructor, la existencia de acusaciones sin motivación.
La mayoría de los letrados que han intervenido este lunes representan a clientes acusados de blanqueo de capitales al ser considerados posibles testaferros del ex asesor de Urbanismo, Juan Antonio Roca, y se les piden penas que oscilan de dos a tres años de cárcel.
El letrado Javier Morato, que representa al acusado Carlos García Puente -que se enfrenta a una petición fiscal de 3 años de cárcel por blanqueo de capitales-, ha manifestado que este proceso tiene «mucho de kafkiano» en lo concerniente a su defendido por la forma en la que se produjo su detención y sus imputaciones.
Por su parte, el abogado Jaime Álvarez de Neyra, ha reclamado que se exonere de toda responsabilidad criminal a su patrocinado, el ex comisario Florencio San Agapito, quien está acusado de los delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
«El 23 de abril de 2007 va al Juzgado de Marbella con el letrado y el procurador, y mientras esperan a ser recibidos por el juez, y sabiendo que San Agapito estaba abajo, ordena a la Policía que lo detenga», ha recordado su letrado, quien ha añadido que al día siguiente «las condiciones en las que declaró» su cliente «distaban de ser las más normales y coherentes».
El ex comisario del Cuerpo Nacional de Policía estuvo destinado en la década de los ochenta en el Ministerio del Interior como director del gabinete de Administración, Documentación e Informática de la Secretaría de Estado para la Seguridad y a finales de los noventa fue director de seguridad de Tabacalera.
El presidente del tribunal ha hecho hoy dos advertencias, una de ellas a los procesados, ante las «ganas de reír insospechadas» que han mostrado durante la intervención del abogado Alonso Rafael Fernández, que representa a María Rosa Jimeno, la esposa de Roca.
En su amonestación, Godino ha recordado a los acusados que están ante «un tribunal de justicia» y les ha pedido que «salgan de la sala, rían lo que quieran y luego vuelvan».
Además, el presidente de la Sala ha recriminado la ausencia, sin permiso, del procesado José María Mellado, imputado por blanqueo de capitales, y ha advertido a su abogado, Juan Carlos Martínez, de que mañana deberá estar «sin excusa alguna» a las 10:00 horas.
En la tercera sesión de este juicio, el mayor contra una trama de corrupción municipal conocida en España -con 95 acusados-, el presunto jefe de la organización, Juan Antonio Roca, ha tenido a su derecha sentada a Montserrat Corulla, considerada una de sus principales testaferros.
En primera fila del banquillo de los procesados, Roca ha tomado numerosas anotaciones durante el juicio, al que ha llegado con abundante documentación.