El PP usa el pasado de Rubalcaba para socavar al nuevo Gobierno

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID/LA VOZ.

ESPAÑA

El vicepresidente tilda al partido opositor de profundamente antisocial y de actuar como los delincuentes

28 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El PP se lanzó ayer en tromba contra Alfredo Pérez Rubalcaba en su debut en la sesión de control del Congreso como flamante vicepresidente primero, convencido de que es la pieza a batir para contrarrestar la nueva estrategia de Zapatero. Tras una comedida Soraya Sáenz de Santamaría, que se limitó a descalificar la nueva política de comunicación que representa el portavoz por ser más de lo mismo, los diputados Hernando y Gil Lázaro arremetieron contra el pasado del que fue último portavoz de Felipe González.

«Tiene usted el encargo de explicar mejor lo mal que gobierna José Luis Rodríguez Zapatero», le espetó a modo de recibimiento la portavoz popular. Señaló que la comunicación no es suficiente, ya que «de nada sirve dar explicaciones diferentes sobre los mismos errores; lo que se exige es un cambio de políticas», sentenció. Como primer paso, exigió que dé marcha atrás en la congelación de las pensiones. «Más de lo mismo y con los mismos, las mismas políticas y los mismos fracasos», afirmó cuando Rubalcaba le respondió que no habrá rectificación en este asunto. «Hace falta mucho más que química para transformar la mentira en verdad», terminó haciendo una broma con la especialidad universitaria de su oponente.

«Ustedes son los adalides, los abanderados, los campeones de las políticas sociales cuando están en la oposición; cuando están en el Gobierno se olvidan», replicó Rubalcaba. Por eso, finalizó, los españoles «creen que son un partido profundamente antisocial», lo que, dijo, es «exactamente así».

Portavoz del GAL

Pero la tensión subió al máximo con las intervenciones de los vehementes Rafael Hernando e Ignacio Gil Lázaro, que lo presentaron como el portavoz del GAL y el amo y señor de las cloacas del Estado. El primero lo acusó de tapar el caso del alto mando policial que se escondería bajo el acrónimo JAG y que habría ayudado al cerebro del caso Malaya, José Antonio Roca. Pero fue más allá y le recriminó el uso de la policía para elaborar informes contra su partido, le recordó que hace años negoció el silencio de Amedo para tapar el GAL y lo identificó con la «mentira y la involución». «Usted pierde el pelo, pero no el vicio», le llegó a decir.

Más agresivo, Gil Lázaro le preguntó por enésima vez sobre el chivatazo a ETA, que dijo «representó en esencia volver a situar al Estado en las cloacas y lleva, por lo tanto, la marca Rubalcaba, de la manipulación, la mentira, la traición y el escándalo». «Es usted portavoz de su pasado, representante de aquel felipismo hundido por la corrupción, es usted deudor de la democracia por la ruindad de su conducta»», aseguró.

Pérez Rubalcaba aguantó impertérrito y evitó responder a las alusiones a su pasado. A Hernando le replicó que el PP emplea la misma táctica que los delincuentes, que no atacan a sus presuntos corruptos, sino a las instituciones del Estado. A Gil Lázaro, que le hizo 26 preguntas insultando y calumniando.