Alfredo Pérez Rubalcaba ha empezado a reclutar para su equipo a un grupo de fieles del que forman parte tanto miembros de la vieja guardia socialista como dirigentes de nuevo cuño. Por primera vez desde la llegada de Zapatero a la secretaría general del PSOE, José Blanco no se encargará de la estrategia electoral. Ha sido sustituido por la secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano, que ya asumió las funciones de portavoz del comité electoral en los comicios autonómicos y municipales de mayo pasado. Tiene de número dos a Antonio Hernando, un estrecho colaborador de Rubalcaba, que también ejerce las tareas de portavoz socialista en la Comisión de Interior.
Junto a ellos, en el comité electoral están otros socialistas curtidos en estas lides, como Gaspar Zarrías, un veterano del aparato en Andalucía, mano derecha de Manuel Chaves, que se ocupará de la coordinación institucional. Juan Manuel Aceña, experto en publicidad y montaje de actos, será el director técnico de operaciones, mientras que el gerente del partido, Xoán Cornide, llevará todo lo relacionado con la administración.
Completan el organigrama Pedro Sánchez (programación), María González (campaña territorial 2.0), Ángeles Álvarez (movilización), Carlos Hernández (comunicación), Marisol Pérez (apoyo a candidatos), Pilar Alegría (organización) y Gregorio Martínez (oficina del candidato).
Ministros y exministros
En el plano programático, el escogido por Rubalcaba para diseñar su proyecto es el exministro de Trabajo Jesús Caldera, apoyado por la también exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, encargada de la ponencia de la conferencia política del otoño. Los acompañan dirigentes federales y miembros del Gobierno, entre ellos el de Presidencia, Ramón Jáuregui; el de Trabajo, Valeriano Gómez, y la titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, así como Inmaculada Rodríguez Piñeiro, Micaela Navarro y Daniel Fernández.