La condesa del PP compra en Zara

dolores vázquez A CORUÑA / LA VOZ

ESPAÑA

Aguirre muestra su lado más populista en un paseo por la ciudad

15 nov 2011 . Actualizado a las 11:10 h.

Como contraprogramación y a escasos metros donde Pérez Rubalcaba se reunía con sus militantes, el PP coruñés optó por una apuesta segura para captar la atención, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que no defraudó. La condesa consorte de Murillo aterrizó, con media hora de retraso, en la milla de oro coruñesa, donde un nutrido grupo de populares la esperaba para acompañarla y también tres indignados, uno de ellos disfrazado de pollo y otros dos con pancartas contra los recortes en educación. Aguirre dejó claro que se prestaba a la foto con el pollo y no rehuyó tampoco el cuerpo a cuerpo, sin perder la sonrisa.

En su recorrido, hasta el hotel donde participó en una comida-mitin, tuvo tiempo para escuchar a una chica que pedía apoyo para Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados), para escuchar las dificultades de una mujer paralítica a la hora de votar, de dar muchos besos e incluso de saludar a Ney, un golden retriever que se ha convertido en símbolo de la plaza de Lugo coruñesa.

El punto álgido del recorrido estuvo cuando la presidenta madrileña se sintió atraída por Zara. Acompañada, entre otros, por el alcalde coruñés, Carlos Negreira, muy colaborador en la elección de vestuario, Aguirre indicó que necesitaba pantalones. Dudaba entre la talla 40 y 42, explicó que había adelgazado seis kilos e hizo apología de la dieta Dukan, mientras pagaba en la caja.

Ante los militantes, llegó el momento del discurso político. Criticó con dureza al PSOE, «decir socialismo es decir paro», y se permitió el chascarrillo de que unir las palabras PSOE y empleo es como hacerlo con Paris Hilton y los conventos de clausura. Atribuyó a los gallegos, con la apuesta por Feijoo, «ser los precursores del cambio»; anunció que «habrá que hacer sacrificios» y consideró que los empresarios son los primeros en contar los días para que se vaya Zapatero, del que dijo que será reconocido como el peor presidente de la historia de España. Aguirre, que arrancó un aplauso al aludir a su apuesta por la educación bilingüe, pidió a los suyos no fiarse de las encuestas y anunció que con el PP se recuperará «el orgullo de ser españoles».

Esperanza aguirre, de campaña por a coruña