Rajoy no se da «por aludido cuando se habla de desmantelar el estado de bienestar»

Efe

ESPAÑA

19 dic 2011 . Actualizado a las 20:27 h.

El candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que no se da por aludido cuando el PSOE le acusa de querer desmantelar el Estado de bienestar, durante la réplica al presidente del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Quien fuera el candidato del PSOE en las pasadas elecciones generales había declarado previamente, durante su intervención, que su partido apoyará las reformas que propugna Rajoy, pero siempre y cuando no pretendan socavar el Estado de bienestar.

Si ésa es la intención del próximo presidente del Gobierno, el PSOE se opondrá con firmeza y actuará «beligerantemente en contra». Rajoy se ha referido a esas advertencias, primero para destacar que si alguien cree con fuerza en la igualdad de derechos y de oportunidades de todos los españoles, vivan donde vivan, es él. Lo ha dicho con un punto de ironía: «Si hay algún convencido de la igualdad de derechos entre españoles, créanme que ése soy yo, creo firmemente en eso, y ustedes -los socialistas- también pueden creer, pero yo también».

Acto seguido, el líder del PP ha comentado: «Cuando oigo hablar de desmantelamiento del Estado de bienestar, no me doy por aludido». Sin embargo, ha lanzado una reflexión a los diputados, a todos, pues, según sus palabras, para que haya en España un Estado de bienestar saludable y vigoroso, que garantice los mismos derechos a los españoles, es «necesario que el Estado disponga de más ingresos». Precisamente ahora la cuenta de los ingresos en el país no atraviesa su mejor momento, de hecho ha caído en índices considerables, y por ello Rajoy ha propuesto esta reflexión con el objetivo de tener «una mejor sanidad, una mejor educación y mejores pensiones».

El esfuerzo que hay que afrontar para ello consiste básicamente en recuperar las tasas de cotizantes y pensionistas. Según ha señalado el próximo presidente, lo fundamental para retomar los ingresos de hace años es crear puestos de trabajo. Tras insistir en que hay que atajar el alto porcentaje de prejubilaciones que se da ahora, Rajoy ha abogado también por luchar contra el fraude fiscal, la economía sumergida, el fraude en cotizaciones y en la prestación por desempleo.

Mientras, Rubalcaba ha ofrecido pactos a Rajoy en materia económica, política exterior o sanidad, pero le ha pedido mayor concreción en su programa de gobierno y que aclare cuándo dará las «malas noticias» como la subida del IVA. Rubalcaba ha adelantado el voto contrario del PSOE a la investidura de Rajoy, pero ha prometido que los socialistas practicarán una oposición leal y constructiva. «Si nuestro voto va a ser negativo, que lo va a ser, nuestro espíritu va a ser positivo», ha remachado.

Aunque ha dicho compartir con Rajoy algunas de las propuestas de su discurso, le ha emplazado no obstante a desvelar cuanto antes las «malas noticias» y a aclarar si va a subir el IVA o no o si tiene pensado modificar la edad de jubilación legal o el cálculo de años trabajados para cobrar la pensión. Y es que, a su juicio, hay algunas cuentas que no le cuadran tras escuchar a Rajoy, habida cuenta de que ha anunciado exenciones y bonificaciones y ha garantizado una reducción del déficit de 15.600 millones sin decir de dónde va a sacar los recursos para compensarlo.

En este sentido, Rubalcaba se ha mostrado partidario de subir algunos impuestos, sólo a quien pueda pagarlos, y ha expresado su seguridad en que Rajoy acabará subiendo el IVA. Para el portavoz socialista, España tiene que afrontar la crisis desde su vertiente mundial, europea y nacional, por lo que ha instado a Rajoy a detallar su postura en torno a la implantación de eurobonos o al papel que debe tener el Banco Central Europeo (BCE).

Además, ha insistido en la necesidad de compatibilizar las políticas de austeridad y consolidación del déficit con otras de estímulo de la economía, convencido de que el ajuste está asfixiando el crecimiento. En este punto, ha formulado a Rajoy una propuesta «sincera» para pactar con el PSOE la política económica.

Otro pacto lanzado por Rubalcaba ha sido para garantizar la igualdad en la prestación de los servicios básicos como la sanidad, temeroso de que con el pretexto de la austeridad se estén restringiendo derechos en esta materia. Así las cosas, ha garantizado que el PSOE estará al lado del Gobierno si es necesario cambiar leyes para asegurar esa igualdad, incluso si es necesario modificar la ley de financiación autonómica.

Rubalcaba también ha marcado las «líneas rojas» que los socialistas no están dispuestos a permitir que se traspasen y que ha resumido en que no van a consentir que el PP utilice la crisis económica como excusa para desmantelar el Estado del bienestar. Ha convenido en la necesidad de reducir duplicidades administrativas y caminar en pro de la simplificación, así como en bajar gastos para la creación y consolidación de empresas y en acelerar la reforma del sistema financiero. No obstante, ha advertido de que no le parece bien comprar los activos tóxicos de los bancos con dinero público y ha sugerido otras vías para que el crédito llegue a las empresas y a las familias, por ejemplo a través del ICO o forzando a las cajas de ahorro.

También le ha pedido a Rajoy tiempo para ver si funciona la reforma laboral antes de llevar a cabo una nueva y le ha recordado que con el mismo sistema de relaciones laborales hay comunidades autónomas con un 12 % de paro y otras con un 30 %. Ahora bien, «si se quiere meter» en otra reforma laboral, le ha realizado dos acotaciones para dejarle claro que la negociación colectiva es sobre todo un instrumento de paz social y, por lo tanto, «extraordinariamente competitiva», y para decirle que ya existen en España numerosas fórmulas de contratación, pese a que en la práctica sólo se utilizan cuatro.

Los socialistas, ha dicho su portavoz, se van a oponer al contrato único si Rajoy pretende establecerlo. Sobre la estabilidad presupuestaria, ha subrayado que ya existe una ley, además de la reforma de la Constitución acordada el pasado verano entre el PSOE y el PP. Ha ido más allá en este punto al proponer a Rajoy aumentar el porcentaje de déficit estructural pactado del 0,4 al 0,5 % que ha recogido la UE. «Igual conviene que nos demos un segundo pensamiento en este acuerdo», ha dicho Rubalcaba, quien ha contrarrestado las quejas de la bancada popular sobre la duración de su discurso asegurando que en su primer debate de investidura Rajoy empleó 50 minutos.