El jefe del Ejecutivo afirma que ha intentado hacer un «Gobierno competente»
23 dic 2011 . Actualizado a las 12:40 h.La confianza de Mariano Rajoy en Soraya Sáenz de Santamaría es absoluta. La joven política de 40 años asumirá también el control de los servicios de inteligencia, además de ser vicepresidenta única, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno. Es decir, la mujer que más poder político va a tener en la historia de la democracia, por encima incluso del que atesoró María Teresa Fernández de la Vega con José Luis Rodríguez Zapatero.
La encargada de coordinar todo el engranaje del poder popular y de dar la cara semanalmente ante la opinión pública tras los Consejos de Ministros asumirá también la dirección del Centro Nacional de Inteligencia, que hasta ahora dependía del Ministerio de Defensa. Recibirá información de los más de 3.500 agentes secretos repartidos por todo el mundo de un organismo que es el encargado de facilitar al Gobierno las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar peligros, amenazas o agresiones contra la independencia o la integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado y sus instituciones. Con este traspaso de atribuciones, Rajoy trata de evitar tensiones interministeriales como las que hubo entre la vicepresidenta Fernández de la Vega y la ministra Carme Chacón.
El jefe del Ejecutivo respaldó con su presencia la toma de posesión de la superministra, a la que asistieron también la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y cinco ministros. Sáenz de Santamaría prometió esfuerzo, humildad, tesón, diálogo y moderación para lograr el objetivo fundamental de este gabinete, la creación de empleo. Una especie de mantra que repitieron todos los demás ministros en sus tomas de posesión, después de jurar sus cargos ante el rey en la Zarzuela. La vicepresidenta aseguró que es consciente de que llega en un momento de «responsabilidad histórica» para el país y se mostró dispuestas a dialogar con todas las fuerzas políticas.
Emocionada, recordó cómo hace 11 años, cuando tenía solo 29, llegó a las mismas dependencias del palacio de la Moncloa para tratar de conseguir un puesto como asesora jurídica del equipo de Rajoy. Entonces se entrevistó con el fallecido Paco Villar, que la fichó. También reveló los tres consejos que le dio Rajoy desde que entró en política y que va a seguir ahora a rajatabla: «Sentido del deber, sentido común y cierto sentido de la deportividad». La mano derecha del líder del PP recibió la cartera de manos del anterior ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que ensalzó sus virtudes, pero le advirtió de que gobernar no es hoy «elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo peor», y añadió que «es tiempo para políticos grandes».
El presidente aseguró en una conversación informal con los periodistas que ha hecho un «Gobierno competente». El día anterior había guardado silencio tras anunciar el nombre de sus ministros. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España y otras agrupaciones profesionales protestaron ayer por este silencio, que calificaron de «falta de respeto al derecho a la información».