Absoluta normalidad ayer en el aeropuerto de Alvedro, a pesar de que se suspendieron seis vuelos de Iberia que hacían tres rutas de ida y vuelta con Madrid. Se trata dela terminal gallega más afectada por la huelga de pilotos. Pero la tranquilidad llegó hasta tal punto que hubo quien ni siquiera se había enterado de que los pilotos de Iberia hacen huelga todos los lunes y viernes, hasta el próximo mes de julio.
La ventanilla de atención de Iberia ayer era un oasis de paz, no hubo problemas de overbooking como el pasado lunes, cuando se quedaron en tierra 50 personas en la terminal coruñesa. No habían adquirido la tarjeta de embarque por Internet y cuando lo quisieron hacer en el mostrador, el avión ya estaba lleno. Pero ayer nada de eso ocurrió. Los pasajeros llegaron a cuentagotas y no hubo ningún incidente, según corroboró la propia compañía.
Ante las adversidades, algunos se resignan: «Volamos a Ginebra y tenemos el enlace en Madrid. El vuelo se canceló, pero una prima nuestra se enteró a tiempo, llamó a la compañía y finalmente volamos un poco más tarde a Suiza, pero bueno, al menos no nos quedamos en tierra en Madrid», adujo un matrimonio con su hija pequeña que ayer se acercó al mostrador de Iberia. Los hubo también que llegaron a Alvedro procedentes de Nueva York, con escala en Madrid: «No tuvimos ningún problema. Ni siquiera nos habíamos enterado de que había huelga», explicaba una pareja.
El paro también tuvo escasa repercusión en el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, donde solo se suprimieron dos vuelos de los diez cancelados en Galicia. En ninguno de ellos hubo problemas, ya que los pasajeros que habían comprado billetes fueron recolocados en otros vuelos. Una situación parecida se vivió en el aeropuerto vigués de Peinador. Fue una jornada tranquila en los aeródromos gallegos, a la espera de que llegue el nuevo paro del lunes.