«Difícilmente pueden hacer guardar las leyes quienes no las respetan»

jesús manuel garcía OURENSE / LA VOZ

ESPAÑA

MIGUEL VILLAR

Montalvo espera que los políticos renueven por fin el Constitucional

24 jun 2012 . Actualizado a las 19:45 h.

Eugenio Gay Montalvo espera que los políticos decidan pronto acometer la renovación del Constitucional (TC), que ya se demora demasiado. Y les dirige una especie de ultimátum, en firme defensa de una institución especialmente cuestionada estos días por el Gobierno y el PP por el fallo de Sortu.

-¿Y si no son capaces? ¿Habría dimisiones masivas?

-Eso sería especialmente grave. Dimisiones, no, pero tuvimos que presentar el adelanto de la finalización de nuestro mandato en mayo de hace dos años, como marca la ley. A pesar de ello no nos renovaron, aún estaban por renovar los del Senado, que llevaban ya tres años y se renovó solo un tercio, a pesar de que hubo anuncios de que se iban a nombrar los dos a la vez. Quedamos los designados por el Congreso de los Diputados cuyo mandato finalizaba en noviembre de hace un año y ocho meses. Y tampoco nos renovaron.

-Hay una carta especialmente redactada por usted.

-En junio presentamos la renuncia, yo redacté una carta explicativa de por qué la presentaba y recordaba la obligación de los poderes públicos de respetar la Constitución. Y decía que difícilmente pueden hacer guardar las leyes quienes no las respetan. Y eso es gravísimo para la opinión pública y para las instituciones y desconsiderado para quienes tenemos la responsabilidad de juzgar y de estar sometidos al imperio de la ley.

-¿Confía en el cambio rápido?

-Creo que después de esta advertencia se renovará el TC, por el bien de las instituciones y el de quienes están obligados a hacerlo, que son los primeros en dar ejemplo porque nos gobiernan. Nosotros somos árbitros, no los jugadores del partido. Y no se puede forzar al árbitro a arbitrar en condiciones adversas o no deseadas, no por el árbitro sino por el reglamento, que en este caso es la Constitución.

-¿Convendría cambiar el sistema de elección?

-Creo que no. Nuestro país tiene una elección de los magistrados del Constitucional de las más democráticas del mundo. Aquí no son nombrados por el presidente de la República, como en Estados Unidos, Alemania o Italia, sino que son elegidos por el Congreso, el Senado, el Gobierno y el Consejo del Poder Judicial, en tercios. El Ejecutivo nombra a dos; el Consejo, a dos; y tanto los del Senado como los del Congreso deben ser elegidos por una mayoría y un consenso; y ahí es donde se pone de manifiesto la grandeza de la democracia, en el consenso.

-¿Es normal que el fallo de Sortu se adopte con el tribunal dividido y tres votos particulares?

-Las sentencias del Constitucional son muy elaboradas, con un gran debate y la de Sortu sigue la doctrina del tribunal desde siempre. Deja meridianamente claro que el terrorismo no tiene un lugar en nuestro país. Como quiera que los estatutos de Sortu hacen una explícita condena del terrorismo y de ETA y sin embargo defienden un ideario político compartido por una parte de ciudadanos vascos; eso cabe en un Estado de derecho. No quiere decir que no haya sido unánime. Ha sido valorada, votada y de los once magistrados hay en ella exclusivamente tres votos particulares. Y eso demuestra que no es una sentencia con rechazo total. Una decisión tan importante como esta para el país, esperada por todos los ciudadanos, tenía que tomarse.

-Esta división, ¿ahonda en la idea ciudadana de unas instituciones claves muy politizadas?

-No. Puedo asegurarle que el Constitucional no está politizado. Es el árbitro de los tres poderes. En él se discute en derecho y cuando se ha desviado alguna cuestión hacia consideraciones políticas, los tres presidentes que me han precedido cortaron de inmediato el debate y se recondujo en sus términos jurídicos. Ahí no vamos a hacer política. El ambiente entre los magistrados es magnífico y somos amigos de verdad.