Oriol Pujol se excusa por decir que entre PSC y PSOE hay una relación sodomita

G. N. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Oriol Pujol, en el centro, en la gran manifestación independentista de la Diada que se celebró en Barcelona el pasado 11 de septiembre.
Oriol Pujol, en el centro, en la gran manifestación independentista de la Diada que se celebró en Barcelona el pasado 11 de septiembre.

El secretario general de Convergència admite que «todo el mundo puede tener un mal día»

04 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La tensión dialéctica en torno a la deriva independentista de CiU roza cotas inauditas. Y el secretario general de Convergència, Oriol Pujol, es experto en avivar incendios. Así, ayer se vio obligado a pedir disculpas -sin mucha convicción eso sí, solo a quien se haya podido sentir ofendido- por sus declaraciones del día anterior en las que afirmó que «en la relación entre PSC y PSOE hay un punto sodomita», lo que matizó agregando que la sumisión era clave en ese vínculo. El hijo del expresidente Pujol, que visitaba Lérida, en un acto con claro sabor a campaña electoral, admitió que «todo el mundo puede tener un mal día» y a renglón seguido daba una de arena, recordando lo mucho que otros lo habían ofendido a él en anteriores ocasiones: «Yo no sé si tuve un mal día o no haciendo estas declaraciones, pero pido disculpas. También me gustaría mucho que cuando a mi me ha ofendido el señor Montilla me pidiera disculpas. Que cuando la señora Chacón ha ofendido directamente al conjunto de los catalanes pidiera disculpas, que cuando el señor Fernández Vara ofende a los extremeños y a parte de los catalanes pidiera disculpas. Lo que sucede es que aquí solo pedimos unos cuantos», concluyó ufano.

El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Pere Navarro, ayer de paso por Badalona, estuvo elegante en la réplica cuando lo fácil era bajar al nivel tabernario de Pujol. Navarro solo dijo que quizá lo que debería hacer CiU era preocuparse de explicar a los catalanes qué clase de relación es la que une a Artur Mas y a Josep Antoni Duran i Lleida, cuando ambos exponen dos opiniones tan diferentes sobre la independencia.