La exministra de Defensa echa en falta en España figuras políticas brillantes y de alto «nivel intelectual»
03 dic 2012 . Actualizado a las 22:08 h.Apenas 24 horas después de conmemorar los 30 años de la investidura de Felipe González, los socialistas volvieron a sus cuitas. Un homenaje a Gregorio Peces Barba, padre de la Constitución y expresidente del Congreso, se convirtió en un acto de comedida rebeldía hacia un ausente Alfredo Pérez Rubalcaba y la dirección del PSOE. La exministra Carme Chacón resumió a través del homenajeado el sentir de sectores del partido: «Gregorio nos pediría alto y claro que levantásemos de una puñetera vez este partido por la dignidad de tanta gente que nos necesita fuertes».
Chacón echó de menos una respuesta más contundente del PSOE en la actual situación, cuando hay «gente buscando comida en los contenedores, haciendo cola en los comedores sociales, yendo a los supermercados a pedir comida para sus hijos, acampando meses en una sucursal bancaria para que no le echen de su casa». Cuando se ve «todo esto», afirmó, se añora a líderes políticos como Peces-Barba. «En un momento de tan baja estatura de la política», insistió, se nota que falta «una figura de tal nivel intelectual y tan brillante» como el histórico dirigente socialista fallecido este verano.
La extitular de Defensa y Vivienda en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero precisó en dos ocasiones que no pretendía «ofender a nadie».
Pero no pocos de los presentes en el acto celebrado en el Congreso y organizado por el Partido Socialista de Madrid entendieron que las palabras de Chacón, además de ser un elogio de Peces Barba, tenían un destinatario, Rubalcaba, que en esos momentos participaba en un acto en Gijón, y su proyecto de «radicalismo reformista» que defendió el domingo en otro homenaje a Felipe González.
Si alguno de los presentes en el Congreso, entre ellos la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, también distanciada del secretario general del PSOE, no hizo el ejercicio de interpretación, Chacón se lo dejó claro cuando alabó el gesto de rebeldía e independencia de criterio del homenajeado. Unas características que, a juicio de algunos, podrían encajar en su actitud hacia el líder del PSOE y la dirección del partido.
La exministra rememoró que Peces Barba tuvo una conducta «díscola» en el partido y defendió «su criterio frente a la cúpula del partido», a pesar de que ese comportamiento le supuso «algún disgusto». Chacón compitió con Rubalcaba por el liderazgo del PSOE en el congreso federal celebrado en febrero pasado en Sevilla y perdió en una reñida votación por 22 papeletas.
Tras la derrota, declinó formar parte de la comisión ejecutiva ni tener ningún cargo de responsabilidad en el grupo parlamentario para convertirse en una diputada de base. Una postura que también escogió Peces-Barba, que siempre se sintió, según Chacón, «un soldado raso del PSOE».
Silencio
La exministra, sin embargo, sigue sin mostrar las cartas de sus aspiraciones en el PSOE. Ni afirma ni niega que se vaya a presentar a las primarias para elegir al candidato socialista para las próximas elecciones generales. Tras el congreso sevillano anunció que se tomaría un año antes de anunciar sus planes. El plazo se cumple dentro de dos meses. Pero sus palabras siempre son interpretadas en clave interna, sobre todo por sus partidarios, que de momento mantienen un perfil bajo ni actúan como un grupo organizado. Chacón, entretanto, integra el póker de dirigentes socialistas que están en las quinielas para el relevo de Rubalcaba. Junto a ella figuran Patxi López, Eduardo Madina y Emiliano García-Page. Ninguno de los cuatro suelta prenda sobre la veracidad de las intenciones que se les atribuyen.
Si Chacón fue cuidadosa de no arremeter con nombres y apellidos contra nadie, no lo fue tanto el líder de los socialistas de Madrid, Tomás Gómez, anfitrión en el acto de reconocimiento a Peces Barba y aunque no quiso polemizar sobre la ausencia de Rubalcaba, la achacó a «algún problema de agenda», apuntó que si los socialistas tienen un líder «claro» ese es Felipe González. El secretario general del PSM mantiene un viejo y enconado enfrentamiento con el secretario general del PSOE después de que respaldara a Trinidad Jiménez, su rival en las primarias de los socialistas de Madrid del año pasado.
Gómez aprovechó su desacuerdo con las palabras del expresidente del Gobierno sobre la pérdida de vocación «de mayoría» del PSOE para poner en solfa a Rubalcaba. Negó que los socialistas hayan perdido esa aspiración política, «otra cosa es si la estrategia» actual del partido es «la más adecuada para recuperar la mayoría y la confianza de los ciudadanos».