Mariano Rajoy ha incumplido prácticamente todos los puntos importantes de su programa electoral. Durante su primer año de gobierno ha subido los impuestos (IRPF e IVA), ha reducido el poder adquisitivo de los pensionistas y ha hecho recortes en educación y sanidad. Sin embargo, no ha acometido la reforma de las administraciones públicas. También ha incrementado las tasas judiciales.
Entre las medidas positivas o las que cumplen con el programa están la limitación de sueldos a los directivos de la banca, la agilización del pago a proveedores de las administraciones, la eliminación del canon digital, la aprobación de la ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública y, aunque insuficiente, el llamado código de buenas prácticas en contra de los desahucios.