Artur Mas no cede en su desafío

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Continúa adelante con su proyecto independentista mientras Cataluña vive una situación de asfixia financiera y sigue sin presupuestos

13 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Artur Mas pasa un momento político muy complicado. Cataluña sufre una situación de asfixia financiera y está intervenida de hecho por el Gobierno central. Además, de momento no encuentra apoyos para los futuros presupuestos, que, aunque se va a relajar el techo de déficit, contemplarán drásticos recortes. En esta grave coyuntura política, económica y social, Mas sigue adelante con su proyecto independentista, que dio un paso adelante el jueves con la primera reunión del Consejo Asesor Consultivo para la Transición Nacional de Cataluña.

La estrategia de Mas

Juego a tres bandas. Mas se ha visto obligado a acercarse a Madrid para pedir auxilio. Pactó con Mariano Rajoy en su reunión secreta en La Moncloa flexibilizar el objetivo de déficit para Cataluña, que es del 0,7 %, lo que le hubiera obligado a recortar 4.000 millones. Por otro lado, el Gobierno está dispuesto a fijar un techo distinto para las autonomías, lo que favorecería a Cataluña. Pero si Rajoy creía que con estos gestos Mas iba a aparcar su desafío soberanista se equivocaba. Ha dejado claro que su prioridad en esta legislatura es el referendo, el eje de su pacto con ERC. Pero Mas trata también de jugar a una tercera banda y está haciendo denodados esfuerzos para atraerse al PSC, que quiere que entre en su ejecutivo o, al menos, apruebe los presupuestos, que ERC ha amenazado con no respaldar. Aunque es cierto que la flexibilización del déficit ofrecida por Rajoy, cuya cifra concreta dependerá de lo que decida Bruselas, puede facilitar que los republicanos los aprueben, ya que los recortes serían mucho menores, lo que consolidaría el pacto de gobernabilidad.

Hacia el estado catalán

Se constituye el Consejo de Transición Nacional. Una clara muestra de que el desafío se mantiene es la reunión constitutiva del consejo, que tiene como objetivo asesorar al gobierno catalán para diseñar el futuro Estado catalán. Antes del verano está previsto que le entregue un primer informe sobre la organización de la consulta de autodeterminación y le seguirán otros que definirán cómo será el proceso de separación de Cataluña respecto de España y cómo deberían ser las estructuras del nuevo Estado en defensa, fuentes energéticas y relaciones exteriores, seguridad social, poder judicial, banco central. Es decir, un programa completo de lo que será una Cataluña independiente.

El rechazo

Críticas del PSC. El problema de Mas es que sus ejercicios de funambulismo político son muy inestables. Lo que cuadra por un lado se descuadra por otro. Con la creación del consejo, ERC está satisfecha, pero el PSC no. Su líder, Pere Navarro, criticó ayer su constitución, porque «CiU y ERC ya han decidido que el camino de Cataluña es la independencia». Los socialistas han apostado fuerte por el derecho a decidir hasta el punto de romper la disciplina de voto en el Congreso, pero no por la independencia. Para Navarro, el consejo no tiene sentido hasta que los catalanes decidan si realmente quieren la independencia. Además, consideró «un insulto a los ciudadanos de Cataluña, en este contexto de crisis y con el problema de los desahucios, que se pida a estas personas que se imaginen un Estado independiente». Estas críticas dificultan la estrategia de Artur Mas de acercase a los socialistas.

Irrumpe el expresidente

Jordi Pujol, contra todo. En este panorama político revuelto irrumpió ayer el expresidente Jordi Pujol asegurando que en España «no funciona nada», ni las Cortes, ni los partidos, ni el Banco de España, ni las autonomías, ni los tribunales, lo que, dijo, se demuestra por los autos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre le catalán, creando un problema donde no lo hay. Estas declaraciones coinciden con un momento complicado para sus hijos, con Oriol Pujol, el hombre fuerte de Convergencia, imputado en el caso de las ITV, y después de que se supiera que Jordi Pujol Ferrusola movió 32 millones de euros en paraísos fiscales.